El avance de la descarbonización en España disparó en 2019 la importación de electricidad desde Marruecos, dos veces más contaminante y, al contrario que la nacional, libre de los costes del mercado de derechos de emisión de CO2. Es una de las conclusiones que se desprende de un informe elaborado por Sandbag, una entidad internacional en la que participan expertos en cambio climático y que advierten de cómo la energía generada a partir de carbón se está filtrando en la UE.

Y lo está haciendo por el Estrecho, a través de dos cables submarinos de 1,4 GW combinados que conectan España y Marruecos. Se trata de una infraestructura por la que hasta el año2018 se transportaba energía generada en la península al país alauí. Pero en 2019 la dirección se invirtió, convirtiendo a Marruecos en emisor de energía ‘sucia‘ y además exenta del pago de tasas por emisión de CO2. Así, mientras España redujo la generación nacional por carbón en 25 TWh, aumentó la importación neta de energía marroquí en 4,2 TWh (desde -3,4TWh hasta 0,8TWh). En concreto, durante el pasado ejercicio se importaron, 1,2 TWh, que supusieron 800.000 toneladas de CO2 libres de derechos de emisión y se exportaron 0,4TWh, que solo generaron 100.000 toneladas de carbono, por tanto mucho menos contaminantes.

Según advierten los expertos de Sandbag en su informe, la compra de energía a Marruecos irá a más. España está avanzando en un ambicioso proceso de descarbonización que ya ha llevado al cierre, o abocado a este, a buena parte de las térmicas nacionales. De las cuatro asentadas en Asturias, dos ya han tramitado la solicitud de cierre. Se trata de la de Soto de la Barca, propiedad de Naturgy, y la de Lada, de Iberdrola. Mientras que la de Soto de Ribera está funcionando sobre todo con gas, y solo la de Aboño, que al igual que la anterior es titularidad de EdP, entró de forma habitual en el mix.

Por el contrario, Marruecos abrió una una nueva planta de carbón a finales de 2018 de 1.4 GW de portencia. Se preve que la central térmica de Safi, ubicada a 250 kilómetros al sur de Casablanca, produzca el 25% de la demanda eléctrica del país.

Con el objetivo de que en 2030 el 74% de la electricidad en España proceda de las renovables, porcentaje que alcanzaría el 100% en 2050, es poco probable que España sea capaz de exportar al país norte africano, según advierte el informe, que estima que en periodos de alta demanda el interconector del Estrecho se afianzará como coladero de importación de electricidad generada a partir de combustibles fósiles en Marruecos. Asimismo, está previsto aumentar la interconexión con un tercer cable de 700 MW y otro de 1GW que conectaría Marruecos con Portugal.

Teniendo en cuenta que el país alauí no está sometido a las políticas ambientales europeas y que planea un avance hacia las energías ‘verdes’ mucho más pausado que sus vecinos del otro lado de el Estrecho, el documento elaborado por Sandbag plantea la necesidad de establecer un ajuste de carbono en la frontera, como se defiende desde sectores como el siderúrgico o cementero, aunque en este caso sería más sencillo.

Por otro lado, el Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE) también ratifica que la compra de electricidad a Marruecos por parte de España se está disparando. En términos económicos y, según los datos que maneja, durante el pasado año se compró energía marroquí por importe de 53 millones de euros, al tiempo que la cuantía de las exportaciones se desplomó hasta los 14 millones.

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