Una familia de As Pontes denuncia que una mujer y sus tres hijos okuparon hace varias semanas de forma ilegal un piso de su propiedad, ubicado en la calle Velázquez, en la zona de la Pardo Bazán.

Según relatan los propietarios, que actualmente no residen en la localidad, el piso, que no era su vivienda habitual, estuvo hasta hace poco tiempo alquilado.

«Mi madre, que tiene 82 años, se fue en marzo a vivir con una de mis hermanas a Castro Urdiales. El piso, que fue de sus padres y lo heredó cuando murió su tío, lo tenía alquilado a un chico. Llevaba tiempo y bien, pero la llamó, cuando ya no estaba en As Pontes, para decirle que lo iba a dejar porque había encontrado otro y mi madre, confiada, le dijo que se quedara las llaves y que ya se las daría», explica el hijo de la propietaria, que indica que poco tiempo después apareció «una chica joven con tres niños» preguntando por el piso a una vecina.

 

«La enredan contándole que están buscando un piso en alquiler, contactan con el chico que tenía las llaves y mi madre le dice que se lo enseñe sin problema sin imaginarse lo que le viene», dice el hijo de la dueña, que asegura que no sabe exactamente qué pasó o cómo pero que la mujer se hizo con las llaves y «se metió a vivir en el piso con los tres críos».

Tras los hechos, que ocurrieron hace unos 15 días, la familia buscó inmediatamente asesoramiento legal. «Me dijeron que no diera orden de cortar ni luz ni agua para evitar denuncias», dice, mientras critica la inseguridad que supone una situación como esta y la pérdida económica. «Aparte de que pueden destrozar el piso, les pagamos las facturas«, apunta.

El pasado día 14 la familia denunció los hechos ante la Guardia Civil de Castro Urdiales y la propietaria empezó a recibir llamadas «amenazantes», «tratando de coaccionarla». «Le dice que se va a quedar un año, que tiene abogados, que no puede hacer nada», relata su hijo, que indica que justo llamó cuando estaban en el cuartel y la propia Guardia Civil la escuchó confesar que entró en la casa sin autorización para quedarse.

 

«Cuando se da cuenta de que está en manos libres y de que está hablando con la comandancia reacciona y dice que no fue un allanamiento porque tiene las llaves y que en menos de un mes se iría», relata.

Los dueños, que se muestran preocupados, aseguran sentirse indefensos e iniciaron los trámites para denunciar vía civil en el juzgado. «Tenemos que intentarlo pero nos dicen los abogados que mínimo hay que esperar cuatro o cinco meses para el desahucio».

La familia que okupa su vivienda es conocida en As Pontes y no es la primera vez que intenta ocupar una. Hace tiempo entraron ilegalmente en otra en la Rúa Cabanas pero el propietario consiguió echarlos.

El Progreso