Llegó en bicicleta mientras la megafonía deslizaba el clásico «Santa Lucía», de Miguel Ríos. Jugaba en casa y saludó a buena parte del público que ocupó las confortables sillas con cojín en la plaza de América, al pie de un colegio Santa María que simboliza el esfuerzo colectivo. En su As Pontes oficializó Valentín González Formoso que quiere liderar el PSdeG-PSOE.

El regidor pontés y presidente de la Deputación, además de líder provincial del partido, busca ahora el salto al puesto que detenta Gonzalo Caballero. Su carrera en las primarias ya incluye este viernes sus primeras reuniones con militantes. Emulando el formato empleado hace dos décadas por Zapatero en León, el camino lo inició en su localidad y con sus compañeros.

Alcaldes de la comarca, desde el de Ferrol a los de Valdoviño, Pontedeume o Cabanas, arroparon al dirigente en su puesta de largo. Un acto sencillo, sin alardes y en el que el discurso de su protagonista rondó escasamente los 15 minutos de duración. No hubo euforia, tampoco se recurrió a la lágrima. Los aplausos, en más de una ocasión, irrumpieron espontáneos.

Ocurrió, por ejemplo, en la recta final de su alocución, cuando dijo que quiere «recuperar o orgullo de ser socialistas en Galicia». Era su mensaje clave. Instó a «levantar» al partido tras ser presentado por la responsable de la agrupación pontesa como «un veciño que dá un paso a favor» de la formación.

En realidad, un nuevo paso. González Formoso recordó cómo el PSOE accedió a la Alcaldía, algo que parecía «imposible» cuando poco antes tenía apenas «un concelleiro e 20 afiliados». Ahora es «unha das agrupacións máis numerosas de Galicia». Palabras a los cuatro vientos en una tarde de buen tiempo que cerraba septiembre entre el ajetreo inherente a As Pontes.

Frente a la fachada evocadora del Santa María, un evento tirando a íntimo para reivindicar que las primarias sean «a envexa» de otros partidos. Admitió que provocan «tensións», pero apostilló que no «é un proceso que desuna, fortalece». Se sube a «unha caravana de ilusión» que tiene el «pouco tempo que nos dan» como enemigo.

Le esperan semanas de coche de punta a punta de Galicia y las aprovechará para insistir en un plan «socialdemócrata e galeguista». Aspira a «aglutinar ao partido e recuperar o talento» que se marchó del socialismo gallego, se pone «a disposición dos galegos» y promete «abrir fiestras». Su sueño, que la «xente se incorpore, se ilusione».

Formoso aboga por implementar «un modelo que non se resigna a ser terceira forza» y busca «gobernar Galicia». «Hai que poñer en pé ao Partido Socialista e recuperar a confianza da xente, que volva participar en política e conecte outra vez con nós», desveló. El calor de la hinchada pontesa lo tiene asegurado.

Ferrol360