El concello coruñés de As Pontes vuelve a postularse para albergar una futura Ence en el supuesto, eso sí, de que la justicia decrete el cierre de la planta de Lourizán y el traslado llegue a buen puerto.
PLANTILLA. Formoso incide en que «hay que ser cuidadosos cuando hablamos de posibles traslados» y subraya que «el factor humano es el que más debe pesar en la toma de decisiones». «Hay 400 familias que dependen de Ence y esa debe ser la prioridad», defiende.
El socialista dice ponerse «en la piel de los 400 trabajadores que dependen directamente de la planta de Ence en Pontevedra» y por ello considera que «hablar de traslados de la planta alegremente, sin una evaluación seria de esa posibilidad, genera una incertidumbre que no podemos permitir pensando en esas familias».
El regidor pontés insiste en que «lo prioritario son los trabajadores, por encima de cualquier otra cuestión«, pero también advierte de que «Galicia no puede quedarse sin industria transformadora de la madera». «Lo que no podemos admitir es que Ence piense en trasladarse a Navia y tener a Galicia como su huerta de eucaliptos. No lo vamos a admitir. No podemos ser solo los que plantan, cortan y transportan la madera. Queremos también que la ingeniería, el conocimiento… también se haga valer en Galicia. Si Ence apuesta por Galicia, Galicia apostará por Ence, pero con respeto a los trabajadores y garantizándoles un futuro donde, repito, son lo prioritario».
ESCENARIO. La primera vez que Formoso ofreció los terrenos de As Pontes para albergar la pastera (en 2007) el escenario era distinto. El bipartito (PSOE-BNG) llevaba las riendas del Ejecutivo gallego y la previsión era que Ence debía abandonar Lourizán en 2018, coincidiendo con el fin de la concesión de Costas.
La hoja de ruta se mantuvo con la entrada del PP en el Gobierno gallego. En 2009 Feijóo aseguraba que no cabía la posibilidad de «manter Ence na ría» y que el traslado era una «decisión persoal» suya y una «vontade clara» de su Gobierno. Sin embargo, los hechos ocurridos a posteriori acabaron provocando un giro de timón. Primero con la modificación de la Ley de Costas aprobada por el Gobierno de Rajoy en 2013, que abrió la puertas a prorrogar la concesión, y luego con un viraje en el PP autonómico que, amparado en la crisis económica, pasó a defender la continuidad de la pastera en la ría pontevedresa.
La concesión fue prorrogada por el Gobierno en funciones de Rajoy hasta 2073, pero tres recursos del Concello de Pontevedra, la APDR y Greenpeace amenazan con dejarla sin efecto. La Audiencia Nacional ya ha dicho que la moratoria fue ilegal, por lo que el futuro está literalmente en manos del Tribunal Supremo.
CERCEDA, TAMBIÉN EN EL PUNTO DE MIRA
El concello de Cerceda, también situado en la provincia de A Coruña, es otra de las zonas calificadas por la ministra Teresa Ribera como prioritaria para albergar una nueva pastera. En cambio, su alcalde, Juan Manuel Rodríguez, asegura que «no ha habido ningún contacto» con el Ministerio para la Transición Ecológica sobre el asunto y que esta circunstancia le lleva a no entrar en valoraciones sobre el posible traslado de la factoría al municipio.
¿Qué dice la empresa? Ence evaluó mediante una consultora externa las opciones de As Pontes y Cerceda junto a más de 300 posibles ubicaciones en Galicia y en todos los casos concluyó que ninguna de ellas era viable. La empresa mantiene que su continuidad en la comunidad solo es posible en Lourizán y que, en el caso de que la justicia anule la concesión, la previsión es desviar la producción a Navia, donde tiene proyectada una nueva planta de viscosa.
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