Manuel Fernández Campello nació en As Pontes, pero habla en primera persona cuando dice: «A los madrileños nos gusta comer bien y no nos importa pagar». Este pontés lleva ocho años viviendo en Madrid, y hace menos de uno ha puesto en marcha Petiscos, una tienda de productos artesanales gallegos en pleno barrio de las Letras. Fernández trabajaba en el sector audiovisual y buscaba una mayor estabilidad, así que cuando una amiga montó una tienda de productos gourmet en el mercado de Ares y vieron que los turistas madrileños le vaciaban las estanterías, lo vio claro: «Dunha forma un pouco infantil pregunteime onde hai máis madrileños, e a resposta é que en Madrid». Así fue como nació Petiscos, una tienda única en su barrio en la que se ofrecen productos de pequeños productores gallegos.

En Petiscos la variedad y la calidad son la clave, y puede encontrarse desde caldo gallego, uno de los manjares más demandados por los vecinos de la zona —para Manuel, «quen o proba repite sempre»—, al Calabizo, un chorizo a base de calabaza que ya se ha convertido en el mascarón de proa de la alimentación vegana con sello gallego. Y es que Galicia y vegano no son dos conceptos opuestos en esta tienda: «O vegano está funcionándonos moi ben, posiblemente polo barrio no que estamos». Desde hace un tiempo también se están introduciendo en el mundo de la cosmética, aunque su sector principal es el de la alimentación: «Temos un provedor que fai produtos con mel e nos enviaron un labial novo, así que nos aventuramos coa cosmética». Ahora también tienen champús, acondicionadores y jabones, todo de la marca ourensana Alloa.

Manuel destaca especialmente el valor de su negocio como «tenda de agasallos»: «Temos uns provedores que a nivel de empaquetado nos deixan coa boca aberta». La presentación es un elemento añadido muy importante en Petiscos, que pone en valor lo estético como parte de un producto que por sí solo ya es de calidad: «Nunha tenda como a nosa, o empaquetado ten que entrar polo ollo».

A medio y largo plazo, Manuel también tiene algunos sueños por cumplir: «Sorprendentemente, a xente demándanos madalenas, que non son típicas, así que a min gustaríame poder ofrecer manteigadas das Pontes, un produto que ten moitísima calidade», comenta con ilusión. Para este proyecto ya tiene algunos contactos en su pueblo natal, ya que un amigo suyo hace este dulce, e incluso ha pensado cómo llevar este producto fresco hasta Madrid: «Quero traelas empaquetadas nun plástico transparente, coma o das patacas fritas, para telas en exposición». Pero ya vimos que la presentación es vital en Petiscos, así que ya está en diseño «unha caixa metálica para que quen queira regalalas poda levalas ben empaquetadas».

La Voz de Galicia