La actividad se paralizó este jueves casi del todo en la villa de As Pontes durante cuatro horas, entre las once de la mañana y las tres de la tarde. El motivo, la huelga general convocada por la CIG en demanda de un plan de reindustrialización del municipio tras el cierre de la central térmica de carbón de Endesa. El paro fue secundado por buena parte del comercio y negocios de hostelería, que lucía las verjas bajadas. Los colegios permanecieron abiertos, pero muchos alumnos no acudieron a las clases. Algunos decidieron acudir a la manifestación convocada para las doce del mediodía, a la que también asistieron, entre otros, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, así como otros líderes de la formación nacionalista en la comarca de Ferrolterra.
«Non é transición é demolición» o «As Pontes en folga por un futuro digno» fueron algunas de las consignadas lanzadas desde un megáfono colocado en un coche que guiaba a los manifestantes por las principales calles de As Pontes. Participaron, según la Policía Local, en torno a un millar de personas. Dos millares, según la CIG.
El Ayuntamiento de As Pontes, en el que gobierna el PSOE con mayoría absoluta, con siete de trece concejales, aprobó hace unos días una declaración institucional de apoyo a la huelga general. Prosperó con los votos a favor de BNG y PP (con cuatro y dos ediles, respectivamente) y gracias a la abstención del PSOE, que argumentó que se trataba de una protesta convocada de forma unilateral y sin unidad sindical.
El alcalde pontés, Valentín González Formoso, señaló, tras la movilización: «El futuro se construye entre todos, hay que trabajar en conjunto por el futuro de As Pontes, compartimos inquietudes y respetamos la libertad de los vecinos de As Pontes y de las personas que vinieron desde fuera del pueblo a manifestarse».
LA VOZ DE GALICIA
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