El grupo de capital chino Sentury solicitó ayer a la Xunta la declaración de Proyecto Industrial Estratégico (PIE) para la inversión que proyecta para As Pontes. Se trata de una fábrica de neumáticos a cuya construcción destinará cerca de 523 millones de euros y con la que prevé generar más de 700 puestos de trabajo. Es la segunda iniciativa empresarial que esta misma semana ha solicitado acogerse a esta tramitación exprés, una fórmula que ha puesto en marcha el Gobierno gallego para reducir a la mitad los plazos administrativos para su ejecución, después de que el pasado miércoles lo hiciesen Reganosa y EDP Renováveis para la construcción de una planta de hidrógeno verde.
Se da la circunstancia de que ambas iniciativas están proyectadas para As Pontes, la principal zona cero de la descarbonización en Galicia, y que está centrando, por ello, el interés de inversores para la ejecución de nuevos proyectos. A diferencia del plan energético de la sociedad mugardesa y la firma lusa, la fábrica de neumáticos no está ligada a la obtención de fondos públicos vinculados a los Next Generation. Acometerá la inversión con recursos propios, con el objetivo de haberla amortizado en un plazo de siete años.
Emplazamiento
El grupo asiático ya cuenta con otras dos plantas de fabricación de ruedas, ubicadas en China y en Tailandia, y busca con la de la comarca eumesa disponer de un eje de exportación para los 12 millones de neumáticos que prevé producir cuando las instalaciones se encuentren a pleno rendimiento. La planta ocupará una parcela de 120.000 metros cuadrados, ubicados en la antigua zona minera de Endesa. La disponibilidad de suelo adecuado, las buenas comunicaciones y la proximidad del puerto exterior ferrolano, que cuenta con una terminal para el tráfico de contenedores —en los que se moverían las ruedas— son algunos de los factores que impulsaron al grupo chino a elegir As Pontes para materializar esta inversión.
Al igual que sucede con la planta de hidrógeno verde liderada por Reganosa y EDP, cuyos promotores quieren tener en funcionamiento en el 2025, ese mismo año es el que baraja Sentury para el arranque de la factoría. Los plazos son apurados, de ahí que ambos grupos hayan solicitado al Gobierno gallego que sean declarados Proyectos Industriales Estratégicos. Además de un notable recorte en los plazos burocráticos, esta resolución implicaría la concesión directa de la licencia de obra. A cambio, las empresas tienen que tener las iniciativas con un grado de maduración tan elevado que les permita arrancar los trabajos de construcción tan pronto como obtengan luz verde. En ambos casos, esa circunstancia está cumplida.
La Xunta confía en que la planta de Sentury contribuya «á reactivación industrial das comarcas de Ferrolterra, Eume e Ortegal, declaradas zonas de Transición Xusta», ayude a reforzar el tejido productivo, a la generación de empleo y a la dinamización del puerto ferrolano.
En diciembre del 2019, Endesa solicitó al Ministerio para la Transición Ecológica la autorización para cerrar la central térmica de As Pontes. Dos años y medio después, ese proceso aún no ha concluido. Los proyectos vinculados al proceso de descarbonización de las instalaciones han empezado a salir a la superficie, pero la eléctrica sostiene que hasta que cuente con la luz verde oficial para el apagado de la planta —que desde el pasado otoño ha venido operando con solo un grupo productivo— no pondrá en marcha el Plan Futur-e para compensar industrialmente el repliegue de la descarbonización.
Sin noticias
El pasado marzo, el Gobierno central aprobó la declaración de impacto ambiental del proceso de desmantelamiento de las instalaciones. Las previsiones apuntaban a que antes de que terminase el mes de julio se habría concedido la autorización definitiva para la clausura de la planta. Por el momento, ese trámite no se ha salvado, sin que desde el gabinete de Teresa Ribera se informe al respecto.
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