El Gobierno central lleva tiempo planteando que Ence debe abandonar la ría de Pontevedra. Esta tarde la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, dio alguna pista sobre cuál podría ser el emplazamiento alternativo para la factoría de pasta de papel, después de que la justicia haya dictaminado, en una sentencia que aún no es firme, que debe salir de los terrenos públicos del litoral. En la rueda de prensa posterior a su encuentro con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, Ribera apuntó que un posible traslado «es más fácil en las zonas que hemos calificado como de transición justa». En Galicia hay dos, el área de As Pontes y la de Cerceda, afectadas por el cierre de las centrales térmicas.
«Es donde más recursos financieros existen, hay fondos europeos dedicados expresamente para poder reactivar actividades industriales», apuntó la ministra. Durante la reunión, Feijóo le trasladó la «preocupación» de Galicia por el posible cierre de Ence porque «no podemos quedarnos sin industria pastera». El presidente gallego insistió en que el Gobierno central estudie su propuesta de adscribir los terrenos donde se asienta la factoría de Lourizán al puerto de Marín. Ribera no se negó en redondo. Apuntó que trasladará «al ministerio responsable de la gestión portuaria esta petición», pero recordó que, «si esta opción no fuera viable, hay que pensar en otras alternativas fuera de Galicia».
Ence está a la espera de que el Supremo se pronuncie sobre el fallo de la Audiencia Nacional, que consideró que su actividad no tiene por qué realizarse en la primera línea del litoral. Pero en reiteradas ocasiones se ha manifestado contraria a cualquier traslado, argumentando que no existen emplazamientos alternativos viables para la pastera en Galicia. La posibilidad de que Ence se ubicase en As Pontes ya había estado encima de la mesa antes de que el Gobierno de Rajoy ampliase la prórroga de la concesión en 2016, ahora cuestionada por la justicia.
El tema de Ence no fue el único abordado en la reunión. Ribera y Feijóo hablaron también del futuro de Alcoa. El presidente gallego explicó que le transmitió a la ministra su «preocupación» por el apagado de cubas en la factoría de aluminio de Alcoa en San Cibrao que supone un «enorme riesgo para España». Como ya había hecho el vicepresidente económico Francisco Conde ante la titular de Industria, Reyes Maroto, Feijóo insistió en que es necesario que España vuelva a producir aluminio primario antes de 2024, fecha en la que Alcoa se ha comprometido a reactivar el proceso de la electrólisis. El presidente autonómico aseveró que la Xunta va a cambiar un artículo de la ley de áreas empresariales para priorizar la instalación de parques eólicos destinados a nutrir de energía renovable a las industrias.
Alcoa ha asegurado que necesita apagar las cubas estos dos años mientras no consigue abastecerse con electricidad más barata mediante la firma de los denominados contratos bilaterales (PPAS). La multinacional norteamericana ya ha llegado a acuerdos con alguna eléctrica, pero el problema es que todavía no han construido los parques eólicos que tendrán que suministrar la electricidad.
Ribera aseguró que habrá que «seguir de cerca cómo se activa el proceso de autorización de sus parques». Sin embargo, apuntó que «nada les impide el poder proveer energía renovable producida muy lejos de Galicia, pero que sin embargo, asegura su cobertura para la planta el poder anticipar ese calendario» de reactivación de las cubas.
ABC
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