La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado este miércoles que “en principio” y salvo que hubiera “una acumulación de catástrofes o imprevistos” no será necesario reabrir la central térmica de As Pontes.

“Afortunadamente, tenemos un parque de generación, que como digo, nos permite funcionar, en principio y salvo que hubiera una acumulación de catástrofes e imprevistos, sin que As Pontes se tenga que volver a abrir”, ha declarado Ribera en una entrevista en Antena 3, recogida por Efe.

La decisión sobre As Pontes

La ministra ha señalado que se ha puesto en contacto con Red Eléctrica para contemplar los diferentes escenarios de garantía de suministro y, aunque todavía no ha obtenido respuesta por parte del operador del sistema eléctrico, ha señalado que según los “escenarios iniciales” que manejaba, “incluso con alguna tensión“, no es necesario que As Pontes entre de nuevo en funcionamiento.

Además Ribera ha puntualizado que en la medida en la que se ha ido descartando el uso del carbón debido a su afección ambiental, los mercados de carbón en el mundo se han tensionado, de manera que “la tonelada de carbón es complicada de conseguir y en muchas ocasiones a un precio superior al del gas“.

“No está claro que eso tampoco vaya a aliviar para nada la situación”, ha señalado.

Durante la entrevista, Ribera ha mostrado su satisfacción por el acuerdo alcanzado ayer en la UE para reducir un 15 % la demanda de gas, que contempla derogaciones para responder a la situación de cada país, como pedían España y otros.

En España, esta reducción se situará en torno al 7 %, ha explicado Ribera, y para ello hay que actuar de la manera “más inteligente posible” respecto al consumo.

Hay muchas cosas que se pueden incorporar a la vida diaria como “un acto reflejo, como cuando se apagan las luces al salir de una habitación”, hábitos que se deben “rutinizar”; y de cara al otoñoinvierno hay que “apagar lucesbajar los termostatos” e introducir flexibilidad en el uso de la energía, fomentando por ejemplo el biogás.

Reducción del consumo de gas

Todo ello “requiere esfuerzo”, ha dicho Ribera, que se ha mostrado convencida de que “no afectará a la calidad de vida”.

Dicho esfuerzo no corresponde únicamente a los consumidores particulares, sino que deben implicarse las administraciones públicas, instituciones, comunidades autónomas y ayuntamientos, con las que ya se mantienen conversaciones en este sentido, y es que es difícil “pedir a nadie que lo haga si no damos ejemplo”, ha añadido.

El Gobierno se ha reunido ya con los agentes sociales “y seguirá haciéndolo” para preservar la posición de la industria, desde la que ya se han recibido algunas propuestas interesantes.

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