Es uno de los principales proyectos industriales planeados desde y para Galicia, además del primero en conseguir la tramitación exprés diseñada por la Xunta. Reganosa, junto con la lusa EDP, promueve una inversión global de 820 millones de euros para la construcción de una planta de hidrógeno de hasta 100 megavatios, cuatro parques eólicos de 180, y una central hidroeléctrica de bombeo de 570 en As Pontes. Tras obtener, la planta de hidrógeno, la declaración de Proyecto Industrial Estratégico (PIE) del Gobierno gallegoReganosa actúa en todos los frentes posibles para alcanzar el objetivo de iniciar el próximo año la construcción de esa terminal con el fin de tenerla disponible, así como de los recintos eólicos, en el 2025. La central de almacenamiento energético, cuyo proyecto está siendo reconfigurado, arrancará en el 2026.

Así, en estos momentos se desarrollan trabajos de ingeniería, de campo sobre el terreno —en las antiguas oficinas de la mina de Endesa en As Pontes—, en la búsqueda de acuerdos con posibles clientes, y trámites con todas las Administraciones. Además, el proyecto para la construcción de la planta de hidrógeno acaba de lograr otro importante espaldarazo, ya que ha sido preseleccionado en dos categorías en la primera fase del Perte (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) del hidrógeno impulsado por el Gobierno central. «El hidrógeno es estratégico para Europa y nosotros tenemos que trabajar para conseguir cuantos más fondos mejor para Galicia, para que su competitividad en este sector sea buena en relación a otras zonas», explica Rodrigo Díaz, director de Desarrollo de Reganosa.

El complejo energético liderado por la empresa con sede en Mugardos —que según sus promotores puede generar ocupación para alrededor de 8.000 empleos directos, indirectos y auxiliares en las fases de construcción y de operación— fue ideado antes de la pandemia del coronavirus. En estos tres años acumula ya más de 20.000 horas de ingeniería y una implicación de una treintena de empresas. Su configuración conjuga tres pilares fundamentales de la industria por la que apuesta la comunidad: producirá electricidad renovable a partir de un sector, el eólico, en el que la comunidad ya es una auténtica potencia; favorecerá la gestión de esa energía, a través del almacenamiento y usando una tecnología, como la del bombeo reversible, con un recurso —el agua— con gran disponibilidad en Galicia, y generará un tipo de elemento, el hidrógeno, llamado a sustentar gran parte de la descarbonización de la economía.

También en la elección de As Pontes como municipio para la implantación de estas infraestructuras confluyeron diversas causas. La voluntad de desarrollar inversiones en una zona como la antigua villa minera, afectada por el proceso de descarbonización; las buenas conexiones tanto terrestres como marítimas; la cultura y el entramado empresarial y las conexiones energéticas fueron los factores determinantes que propiciaron el desarrollo de este proyecto.

Junto con la construcción de la planta de hidrógeno —que está configurada en varias fases para ir sumando potencia hasta llegar a los 100 megavatios— Reganosa desplegará la red de conductos por los que discurrirá el combustible renovable hasta sus clientes —entre los que se encuentran la factoría de neumáticos de Sentury y la de fibras textiles de Altri— y los enlaces con la red general.

El director de desarrollo de ReganosaRodrigo Díaz, subraya la importancia de la transformación que está atravesando la empresa mugardesa, después de haber apostado, hace siete años, por el salto al exterior. «Esta segunda es muy importante porque nos permite centrarnos en Galicia», afirma, para recordar que además del complejo energético lanzado para As Pontes, también participa en otras iniciativas.

No obstante, esa apuesta por el territorio no implicará una renuncia a los mercados exteriores, en donde la compañía se ha convertido en líder en la gestión de plantas y dispone de oficinas en países como Italia, Malta, Ghana o Filipinas. Además, los mercados externos están generando nuevas oportunidades, no solo en el ámbito gasista —la invasión rusa de Ucrania ha hecho desempolvar varios proyectos de creación de nuevas terminales en Europa— sino en otras áreas, como el hidrógeno y la digitalización.

Reganosa también trabaja para acompañar sus proyectos con el impulso a las infraestructuras de conexión necesarias. «Se trata de que no se quede aislado aquí todo ese potencial que Galicia tiene en la generación de hidrógeno verde. Tenemos que ser capaces de poner las luces largas y empezar a trabajar para desarrollar un hidroducto que conecte Lugo con Zamora. Además de permitir en el futuro el transporte de hidrógeno, podría empezar a funcionar con gas natural y así mejorar el aislamiento que tenemos en ese tipo de redes», dice.

LA VOZ DE GALICIA