Cristina López-Cerón Ugarte, con raíces en Viveiro (Lugo), y su novio, César Román Santalla, de As Pontes (A Coruña) son los nombres y apellidos que deja en Galicia la explosión del viernes en un hotel de lujo de La Habana (Cuba), con la muerte de ella y el estado muy grave de él.

La chica, de la quinta del 1993, era una joven muy querida y conocida, no solamente en la Mariña lucense, de donde procedía, pues su trabajo en una sucursal bancaria de Abanca en la localidad de Ortigueira le había reportado grandes amistades, según han contado distintas personas que la conocían.

Cristina y César, que fueron de viaje a la isla caribeña, vivían juntos en As Pontes, tal y como ha contado el alcalde, Valentín González Formoso, también presidente de la Diputación Provincial de A Coruña y secretario general del PSdeG, pendiente del suceso en todo momento.

César, nacido en 1992 y miembro de una familia muy conocida en la villa pontesa, es primo de la responsable de una escuela infantil de la localidad gallega y su padre es un prejubilado de Endesa.

En el momento del estallido, ambos, Cristina y César, estaban en el exterior del inmueble en el que se produjeron los hechos, por lo que se vieron afectados por la onda expansiva a raíz del incidente.

La Embajada española ha dado las respectivas noticias a los familiares de uno y otra, tal y como ha confirmado la regidora vivariense, María Loureiro.

La explosión, en la que han fallecido al menos 26 personas y otras 64 -50 adultos y 14 menores- han resultado heridas, se produjo minutos antes de las cinco de la tarde del viernes, hora española, cuando un camión cisterna servía gas licuado al hotel Saratoga.

Los novios gallegos estaban en el exterior del edificio cuando les golpeó la onda expansiva.

La explosión, que hizo que colapsase una sección de esta construcción de siete plantas, provocó asimismo una gran columna de humo, que fue visible en gran parte de la capital.

Las autoridades locales apuntan a que la hipótesis más probable para explicar esta tragedia es que el estallido se debiese a una fisura en la manguera del camión cisterna.

El Saratoga se encontraba en un edificio de estilo neoclásico construido en 1880 y que funcionaba como hotel desde 1911. Tras ser sometido a una reforma integral, fue reabierto en 2005.

Con cinco estrellas, el hotel Saratoga es considerado uno de los más lujosos de la ciudad. El establecimiento se encuentra en pleno Paseo del Prado, una de las principales avenidas de la Habana Vieja, en el centro histórico.

El Progreso