Manuel Escourido Calvo, coordinador del grado de Gestión de la Moda, que se imparte en el Campus Industrial de Ferrol, nació hace 49 años en Espiñaredo, en As Pontes de García Rodríguez. Doctor en Economía y Empresa, está al frente de un titulación —la única de sus características que se imparte en España en una universidad pública, como él mismo recuerda: los demás grados enfocados a gestionar el aspecto industrial de la moda se imparten todos en universidades privadas— que es una auténtica puerta abierta al mundo laboral. Algo que no le ha sorprendido: «Cuando nuestra primera promoción estaba haciendo prácticas —cuenta Escourido— , el interés de los empresarios ya era evidente». Afirma que «la Universidad puede darle una mayor proyección exterior a la imagen de Ferrol». Y reivindica el carácter del campus ferrolano como «un lugar de intercambio de ideas» y «un espacio para el diálogo».

—Todos sus titulados están trabajando ya.

—La inserción laboral de los alumnos del Grado de Gestión Industrial de la Moda es del cien por cien. Y esa es una de las razones por las que ya tenemos más demanda de plazas que alumnos podemos acoger. Somos muy conscientes de lo que las empresas necesitan. Nuestros alumnos, durante su formación, hacen prácticas en empresas de todo el país, y nuestra intención es que comiencen a hacerlas en empresas de otros países, también.

—La moda es uno de los grandes motores de la economía gallega. ¿Cree usted que eso se está sabiendo valorar suficientemente?

—La moda no es solo uno de los grandes motores de nuestra economía. Es una verdadera locomotora. Tenemos firmas muy grandes, muy potentes. Y otras que, sin ser tan grandes, juegan también un papel importantísimo. En Barcelona, hace apenas unos días, me hablaban con verdadera admiración de lo que está sucediendo en Galicia con el sector de la moda. Y también de la formación que ofrecemos en el campus de Ferrol. Así que, respondiendo a su pregunta, le diré que a menudo el valor de lo que aquí se hace se ve mejor, a veces, desde fuera, que desde la propia Galicia.

—¿Cuál es, en su opinión, el objetivo que ha de asumir ahora como prioritario el sector?

—Seguir avanzando de forma decidida en todo cuanto atañe a la sostenibilidad. De hecho, a nuestros alumnos les remarcamos mucho eso. El sector de la moda tiene que producir prendas cuya vida sea cada vez más larga. Prendas más duraderas, atemporales y versátiles. Y, por supuesto, hacerlo apostando por componentes que no causen daño al medio ambiente.

—Un enfoque muy distinto…

—Así es, indudablemente. Pero imprescindible. Hoy tenemos que tener más en cuenta que nunca la importancia de que una prenda pueda tener una segunda vida. Como tenemos que tener muy en cuenta, también, que las empresas están formadas por personas, y que las personas han de ser el centro de todo.

—El sector textil suele tener, también, un papel muy importante en el crecimiento económico de los países en vías de desarrollo…

—Sí, y ese es otro aspecto que nosotros tenemos muy presente siempre. El textil es un ámbito te de la economía importantísimo, porque en él intervienen desde quienes se encargan de producir las materias primas de las que se hace una prenda hasta quienes se encargan de distribuir el producto ya finalizado. Es un sector con un potencial inmenso.

«La creatividad es un valor esencial»

Afirma Manuel Escourido, haciendo un juego de palabras, que «la moda siempre está de moda». E insiste en que se trata de «un sector de futuro» en el que resulta importantísimo formar profesionales altamente cualificados que se encarguen de la gestión industrial.

—El mercado cambia constantemente.

—Sí, no para de evolucionar. El cambio es permanente. Pero es algo que sabemos muy bien y que no se nos olvida jamás. Y en este momento, por ejemplo, nos parece importantísimo saber hacer ver, a ese mercado, que la sostenibilidad es algo muy valioso. Proteger el medio ambiente es una responsabilidad de todos.

—¿Galicia es consciente hoy de la trascendencia de la labor que se lleva a cabo desde el campus de Ferrol?

—A veces pienso que no del todo. Nuestro campus es pequeño, pero es un campus en el que se hacen cosas muy importantes. Desde aquí se lideran proyectos europeos de investigación de extraordinario labor. Y nuestras titulaciones logran unas cifras muy altas de inserción laboral. Siempre estamos en permanente contacto con el mundo empresarial, para saber qué es lo que necesita, qué es lo que la universidad puede ofrecerle. Y por lo que atañe a Ferrol, creo que el campus ya tiene una fuerte presencia en el espíritu de la propia ciudad.

—¿Cuál es hoy el verdadero valor de la creatividad?

—La creatividad es un valor esencial, algo imprescindible en todos los sectores. La creatividad es importante para quien diseña una prenda que llama mucho la atención, y que se muestra en los desfiles aunque quizás después no la vaya a poner nadie nunca, pero igualmente importante es para saber mejorar los procesos de producción y para saber encontrar nichos de mercado.

 

LA VOZ DE GALICIA