El desbloqueo de los parques eólicos que abastecerán de energía eléctrica la planta de Sentury Tire constituye un paso clave para la implantación de la compañía china en As Pontes. El Consello da Xunta aprobó el jueves la declaración de excepcionalidad para ocho instalaciones, que se suman a otras cinco que ya estaban listas. Parte de esos aerogeneradores producirán el 100 % de la electricidad necesaria para el funcionamiento de la fábrica de neumáticos de Sentury Tire.
Entre los proyectos eólicos aprobados ahora por la Xunta figuran los denominados Badulaque, Barqueiro, Santuario, Tesouro, Moeche y Caaveiro, sobre los que el Gobierno gallego había emitido un informe desfavorable en julio de 2021, esgrimiendo que se encontraban fuera de la delimitación de las zonas de desarrollo del Plan Eólico de Galicia, como recordaba ayer Secundino García, alcalde de San Sadurniño, uno de los municipios afectados. El regidor alude al resquicio legal que ha permitido aprobar ahora estos proyectos: «É só unha frase da Lei 9/2021, de 25 de febreiro, a que abría a porta ao asentamento de parques fóra desas áreas [do Plan Eólico de Galicia], no suposto de que tivesen ‘unha clara incidencia territorial pola súa entidade económica e social, unha función vertebradora e estruturante do territorio, e que sexan declarados como tales polo Consello da Xunta de Galicia‘».
«Es uno de los proyectos, junto con el de la planta de hidrógeno verde de Reganosa [también en As Pontes] que fueron declarados estratégicos por parte del Consello da Xunta, por el volumen de inversión prevista [477 millones de euros] y la creación de empleo [contratará a 750 trabajadores de forma directa] que supone», agregó la responsable municipal de Industria.
La figura del PIE permitió agilizar un proceso que, de lo contrario, tardaría años en completarse, como constata Pena. Sentury ocupará 26 hectáreas de terreno (de la antigua zona minera de Endesa), donde construirá una nave de 120.000 metros cuadrados, de la que prevé sacar 12 millones de toneladas de neumáticos al año. La compañía estima en año y medio el plazo de ejecución de las instalaciones, en la parroquia de Espiñaredo, para comenzar a operar en 2024. Pena reconoce que «los plazos son muy justos, y por eso la Xunta está agilizando al máximo posible para que los puedan cumplir».
LA VOZ DE GALICIA
Deja tu comentario