La consellería de Economía, Empresa e Innovación presentó hoy en la Mesa de Transición Justa de As Pontes la propuesta de la Xunta para reconvertir la central térmica de Endesa en una planta de biocombustibles, que cuenta con informes que corroboran no solo la viabilidad técnica y ambiental del proyecto, sino también la económica, aunque esta última requeriría, de nuevo, de incentivos públicos. En la reunión, el Gobierno se comprometió a analizar el proyecto al por menor y buscar mecanismos de subasta que puedan dar apoyo a esta alternativa.

“Hay una viabilidad técnica, hay una viabilidad ambiental y hoy la Xunta le trasladó al Gobierno que es posible una viabilidad económica en la medida en que en esos mecanismos de subasta se puedan contemplar proyectos vinculados a las zonas de transición justa”, dijo Conde tras la reunión en la que presentó el informe que avala económicamente el proyecto, y que ya fue trasladado ayer al comité técnico de As Pontes, donde están presentes el Ayuntamiento, el Ministerio para la Transición Ecológica y Endesa.

El proyecto presentado por la Xunta para convertir la central de As Pontes en una planta de biocombustibles supondría una inversión de 30 millones de euros con un plazo de ejecución que comenzaría a principios de 2022, una vez finalizadas las pruebas de ingeniería y puesta a punto. Según precisó, “permitiría crear más de 100 empleos y dar una respuesta a los trabajadores de la central, de la industria auxiliar y a los transportistas”.

“Se trata de una alternativa que supondría la reconversión de la central térmica de las Pontes en una planta 100% renovable, un proyecto que precisa de un compromiso real del Gobierno”, explicaron desde la Xunta, ya que para su desarrollo se requerirá un régimen retributivo que conceda una prima de 30 euros por megavatios/hora a Endesa. 

Insatisfacción por parte de los sindicatos

Por su parte, representantes de los trabajadores consideran que la reunión “no fue positiva” ya que que “no hay prolongación” del empleo más allá del 30 de junio, “ni garantía de que no haya despidos”. En declaraciones a Europa Press, Alberte Amado (CIG) lamentó que continúa la “incertidumbre”, lo que “no tiene sentido a estas alturas” después de año y medio de proceso y cuando en enero se daba un plazo de quince días para buscar una solución.

Apunta al “enfrentamiento” entre Xunta y Gobierno, dado que Endesa sostiene que el proyecto del Gobierno gallego “no se ajusta a realidad” y no está dispuesto a llevarlo adelante, indica Amado, aunque estaría en disposición si hay un tercero que lo asuma.

Además, este sindicalista explica que el Ministerio “pone en duda el planteamiento, pues el proyecto de biocombustibles va acompañado de unas primas a la producción que entiende que no las pueden dar”, pues “no tendrían cabida” en el sistema actual de subastas, por lo que lo ve “papel mojado”.

Por todo ello, llama a “no seguir perdiendo tiempo” y apostar por “alternativas reales” que garanticen el empleo y eviten los despidos a partir del 30 de junio, ya sean proyectos de Endesa o con fondos europeos, aunque “no se puede ligar todo a fondos europeos cuando aquí hay una problemática que hay que solucionar”. Mientras, el procedimiento ordinario para tramitar el cierre de la central retrasa los trabajos de desmantelamiento.

Enfoques.gal