El antiguo colegio Pardo Bazán de As Pontes registró en la mañana de este martes un nuevo incendio, el tercero en lo que va de año.
En esta ocasión tampoco hubo que lamentar daños personales y solo ardieron unas sillas de plástico que se encontraban en el interior de lo que un día fue el gimnasio.
Pese a ello, este incendio, el tercero después de los que se registraron el 28 de enero -donde el fuego prendió en los libros que estaban acumulados en la entrada del inmueble-, y el 12 de febrero -en el que las llamas afectaron a una de las habitaciones que era la antigua casa del conserje-, vuelve a encender todas las alarmas sobre la seguridad de un edificio que lleva años abandonado y que el Concello pretende comprar para darle nuevos usos.
Los servicios de emergencia insistieron una vez más en el peligro que supone que siga accediendo gente sin control al interior del antiguo colegio y alertaron de que se puedan producir daños todavía mayores.
EL PROGRESO
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