Endesa As Pontes encara, ahora sí, su cierre definitivo sin que en el horizonte a medio plazo exista la posibilidad de tener que reactivar la central como ocurrió el pasado mes de octubre tras cinco meses apagada. Los récords del pool eléctrico obligaron este pasado invierno a poner de nuevo en marcha uno de los grupos generadores y a la compra de varios cientos de toneladas de carbón. Pero según fuentes de Endesa, la compañía no tiene previsión de volver a traer más mineral cuando se acabe materia prima que tiene acopiada y que mantendrá la planta generando energía hasta finales de este mes.

Todo ello, en un escenario en el que la compañía todavía no ha recibido la autorización de cierre por parte del Ministerio de Transición Ecológica, solicitada el 27 de diciembre de 2019. Sin embargo, tal y como denunciaron ayer los sindicatos de la planta, la empresa ya está comunicando el traslado de la veintena de operarios que habían sido desplazados fuera de As Pontes y reclutados de nuevo para el reinicio de la actividad.

Víctor Ledo, secretario de la Federación de Industria de CC.OO. de Galicia lamenta esta forma “unilateral” de actuar de la compañía, sin haber recibido aún el visto bueno del Ministerio. “Actualmente no hay ninguna justificación para desplazar a estos operarios o para cesar los contratos con las auxiliares”, dice. Por ello, urge a la administración central que convoque de forma urgente la comisión de seguimiento del acuerdo de Transición Justa de As Pontes para garantizar que la empresa cumple con las obligaciones acordadas para el cierre de la planta.

Desde los sindicatos ya asumen desde hace meses que las posibles alternativas a la quema de carbón en la central pontesa son “un capítulo cerrado”. Ahora lo que toca, aseguran los representantes laborales, es poner sobre la mesa la hoja de ruta para el cierre definitivo. Y ello conlleva, recuerdan, ciertas obligaciones para Endesa. La primera y más importante es garantizar el empleo de las plantillas, tanto de la compañía eléctrica como de las decenas de auxiliares que prestan servicio a la misma.

Planes de futuro

Para ello, Ledo considera que es imprescindible que Endesa empiece a desgranar sus planes de futuro, que, dice, “de momento siguen siendo opacos”. “No sabemos en qué términos se están planteando los proyectos eólicos que ha anunciado la compañía a bombo y platillo, sobre todo en cuanto al empleo. Tampoco conocemos detalles del contrato bilateral de suministro de electricidad con Alcoa -anunciado este pasado mes de mayo por Endesa-“.

La empresa sí ha anunciado esta misma semana una de las iniciativas del denominado Plan Futur-e, para paliar el cierre de la central térmica de As Pontes. Se trata de la transformación de su terminal de carbón del puerto exterior de Ferrol en un centro logístico para carga, descarga y almacenamiento de mercancía general y graneles, dando servicio a empresas que operan en el mercado internacional. De hecho, el buque “Maharaj” ya descargó este miércoles 1 de junio cerca de 130.000 toneladas de carbón australiano en esta zona de almacenamiento.

Fuentes de Endesa aseguran que la previsión de la compañía es que una vez que se finalicen los contratos actuales, en torno al 31 de julio, operarios y empresa auxiliares puedan comenzar las labores de predesmantelamiento para evitar que se queden en la calle. Este será un paso previo al desmontaje de la planta, para que lo que requerirán unas 3.500 personas. Estas mismas fuentes confirman que la compañía ve necesario recibir cuanto antes el visto bueno de la administración para el cierre definitivo, ya que, hasta entonces, aseguran, no se podrá avanzar en otros proyectos industriales.

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