Endesa recibirá en las próximas semanas alrededor de 85.000 toneladas de carbón en la terminal descargadora del puerto exterior de Ferrol. Está previsto que la próxima semana recale en estas instalaciones un buque que desestibará unas 20.000 toneladas, mientras que a mediados del próximo mes llegará otro con unas 60.000. Aunque sin confirmar, un tercero podría llegar en diciembre, de forma que, en conjunto, los tres movimientos podrían sumar la carga de uno de los navíos que solía recibir la terminal portuaria cuando la térmica funcionaba con regularidad.

La recuperación puntual de este tráfico en Caneliñas forma parte de los preparativos que está acometiendo la eléctrica en previsión de que el operador del sistema, Red Eléctrica Española, reclame su operación. La escalada del precio de la electricidad ha dado una segunda opción a las centrales que se alimentan con mineral, hasta hace poco paralizadas debido a los altos costes de los derechos de adquisición del CO2.

La llegada del mineral al puerto implicará también que vuelva a moverse la rueda del transporte hasta la villa minera. Manuel Bouza, portavoz del colectivo de transportistas, afirmó que esta reactivación apenas si va a suponer mucho trabajo para el sector. En este sentido, recordó que en los momentos álgidos de actividad de la central térmica, los camioneros transportaban a diario 25.000 toneladas al día. «Me imagino que irán subiendo lentamente el carbón, si solo van a arrancar un grupo», afirmó, aunque matizó que por el momento se desconoce cuándo puede entrar en operación la térmica y con qué capacidad lo hará. Otras 40.000 toneladas están estibadas, no obstante, en el parque de carbones de la eléctrica en As Pontes.

Otro colectivo afectado es el de los trabajadores auxiliares. Maessa es una de las compañías que tiene más personal en la planta, con cerca de 45 operarios, después de que algunos aceptasen ser desplazados a otros centros. En estos momentos se encuentran en activo alrededor de 24, ya que un número elevado está de baja. Dirección y sindicatos habían acordado aplicar un ERTE rotatorio, aunque Miguel López, presidente del comité de empresa de la firma en la térmica pontesa, confía en que, con este nuevo escenario, no tenga que llegar a aplicarse. La empresa y los portavoces de la plantilla acordaron reunirse todas las semanas para evaluar la gente necesaria para trabajar y cuántos verían suspendidos sus empleos, pero esta semana la compañía no ha convocado a la parte social.

No obstante, Miguel López espera que todo el personal sea necesario, por cuanto la central lleva parada tres meses -la última vez que funcionó fue la primera semana de julio- y antes de volver a arrancarla es preciso realizar diversos trabajos de revisión y mantenimiento.

La Voz de Galicia