Endesa ha decidido prolongar hasta el 31 de mayo la estancia del personal desplazado a As Pontes desde el mes de noviembre, cuando se reactivó uno de los grupos de la planta. Esta medida, comunicada por la dirección de la empresa al comité en una reunión celebrada ayer por la mañana, afecta a una veintena de trabajadores, los que se reincorporaron a la fábrica pontesa después de haber sido trasladados a otros centros ante el cierre previsto de la planta. Pero mientras no reciba la autorización para clausurar la térmica pontesa, Endesa tiene la obligación de mantenerla disponible, con personal y combustible. De hecho, está previsto que reciba un nuevo cargamento de carbón, posiblemente en marzo. En octubre recalaron dos barcos en Ferrol y a principios de diciembre, un tercero, cargado con 77.000 toneladas de mineral.

En este momento, la factoría se encuentra «indisponible», debido a una avería en el único grupo que estaba operativo. Una vez que se complete la reparación podría volver a funcionar. Todo depende del devenir del mercado eléctrico e incluso del contexto geopolítico. La planta podría seguir siendo competitiva si los elevados precios del gas se mantienen.

La Voz de Galicia