La terminal descargadora de Endesa en el puerto exterior registra desde primeras horas de este lunes un trasiego de camiones como no se vivía desde hace unos meses. Los transportistas que se ocupan tradicionalmente del traslado del carbón hasta la térmica pontesa comenzaron con las tareas, de forma que durante la jornada el movimiento de vehículos pesados en las instalaciones de Caneliñas fue una constante.

La llegada del carbón —165.000 toneladas— el pasado jueves, es imprescindible para que la térmica pontesa pueda operar, una vez que se den las condiciones para ello. La eléctrica está sometiendo al grupo uno —el que funcionó de forma intermitente desde noviembre del pasado ejercicio y hasta el verano— a tareas de revisión y puesta a punto. Las previsiones que maneja la compañía son las de que esos trabajos finalicen la próxima semana, a partir de la cual la central estará disponible para operar.
Varios factores intervienen para que el arranque se lleve a cabo, aunque en el sector se da por seguro que eso sucederá, ya que, aunque la tonelada de carbón ha encarecido su precio, es más rentable generar electricidad con este mineral que con gas.

Nicasio Pena, de UGT, afirmó que han pedido una reunión con la dirección de la empresa para abordar la situación y para «pedirlle estabilidade» para la plantilla indirecta. Aunque el compromiso de la eléctrica es garantizar ocupación hasta junio del próximo año, los portavoces de los trabajadores auxiliares quieren conocer más en detalle las previsiones. Alberte Amado, de la CIG, insistió en que la preocupación para su central es que Red Eléctrica haya decidido que, cuando cierre la central, no se vaya a realizar una subasta de los megavatios del nudo pontés, «por canto limita o futuro industrial da zona».

la voz de galicia