Ence ha reiterado esta mañana que «no existe ninguna ubicación alternativa viable desde un punto de vista técnico (cercanía a un puerto, agua, madera) ni económico (dada la ingente inversión cercana a los 700 millones de euros que requeriría construir una nueva planta en Galicia) para construir una nueva fábrica de celulosa en Pontevedra ni en toda la comunidad gallega». Para la compañía no hay posibilidades para esta reubicación en ninguna de las tres áreas industriales más grandes de Galicia: As Pontes, Salvaterra y Barro-Meis. Se apoya en los informes independientes de las ingenierías Idom y Poyri, que ya estudiaron en el pasado si sería viable construir en alguna de estas tres superficies y otras más, descartándolas todas.
As Pontes «no podría alojar la planta, por diferentes motivos». En primer lugar, se incide en que el caudal del río Eume «no tiene capacidad para absorber el efluente de la fábrica» y se añade que el lago de As Pontes tampoco es suficiente porque aunque el volumen es elevado, sin embargo, «la tasa de renovación de este lago artificial es muy reducida, lo que podría dar lugar a graves problemas ambientales (reducción de oxígeno) y afectar a la calidad del agua del lago». Para que As Pontes fuese viable haría que construir una conducción que llevase el efluente a Fene, con una longitud de 26,4 kilómetros atravesando los núcleos de As Pontes, A Capela, Cabanas y Fene. Supondría afecciones a 527 parcelas particulares, «lo cual es inviable». Aun en el caso de que se construyese, desde Ence precisan que supondría un incremento de emisión de gases de efecto invernadero de 3.718 toneladas anuales de dióxido de carbono si hubiese que utilizar una tubería de una longitud tan grande.
La segunda gran área industrial, el Plisan, en Salvaterra y As Neves, tampoco es una alternativa viable, según la compañía. La razón se encuentra «ante la falta de disponibilidad de agua en el río Miño, así como la inviabilidad de descargar efluentes en el río, además del hecho de ser un río binacional». A mayores, el Miño «tiene un estiaje muy bajo en muchos casos, durante los meses de agosto y septiembre, inferiores al caudal ecológico de la estación de aforo de Salvaterra». Además, habría que actuar en tramos incluidos en espacios naturales protegidos y causaría impacto en las captaciones de agua para la población de la comarca.
En cuanto a Barro-Meis, desde Ence se sostiene que la propuesta quedó «descalificada» al evaluar la superficie real disponible en el polígono. Además, el hecho de que haya industria ya ubicadas allí, según la empresa, «imposibilita agrupar una parcela de 35 hectáreas, tamaño que se considera mínimo para ubicar una planta de celulosa del tamaño de la biofábrica de Pontevedra». Por otra parte, se manifiesta que «desde el propio Ayuntamiento de esa localidad se ha descartado la posibilidad de que la planta de Ence se localice en ella por no ser viable».
Disposición al diálogo
La compañía insistió una vez más en su «disposición al diálogo y a mantener las reuniones necesarias con la Administración estatal, autonómica y local, así como con los representantes de los trabajadores, para colaborar en la búsqueda del mejor futuro posible para la planta». En ese sentido, desde Ence se añadió que la compañía «está estudiando actualmente el plan industrial de Pontevedra, identificando las inversiones necesarias para que la planta pueda seguir en operación como mínimo hasta el año 2033».
La Voz de Galicia
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