EL PONTÉS, involucrado desde hace años en el turismo activo y los deportes de aventura, se convirtió en director de la Estación de Montaña Manzaneda en enero, tras la concesión del servicio a Artabria Turismo por parte de la Xunta y la Diputación de Ourense, titulares de unas instalaciones que acaban de reabrir con la temporada de verano.

Cuando me propusieron ser el director venía de estar varias temporadas trabajando en otras estaciones, por lo que conozco el mundo de la nieve y del turismo activo, que son dos de los pilares del proyecto de Artabria Turismo para Cabeza de Manzaneda, una instalación emblemática y la única estación de montaña de Galicia.

¿La mayor satisfacción? ¿Y el mayor el miedo? 

Aún es pronto para hacer valoraciones, pero estoy muy contento con el trabajo silencioso que hemos realizado desde enero, cuando llegamos, hasta hoy, tras dar el pistoletazo de salida para que Manzaneda vuelva a sonar en toda Galicia y todo el norte de España como referente de turismo de naturaleza. No diría miedo, pero sí siento mucho respeto hacia un proyecto del que dependen muchas personas —hay 34 en plantilla, a las que se sumarán otras 30 para la temporada de verano—, y la economía de varias comarcas. Es una gran responsabilidad.

El turismo de nieve, de esquí, ¿está implantado en Galicia o hay una cierta visión de que es elitista? 

Está implantado. Es verdad que antiguamente se asociaba a cierta élite, pero hoy en día está totalmente normalizado. Cualquiera puede pasar un fin de semana en la nieve, pues la oferta es muy atractiva y asequible. Y además en Galicia tenemos una estación como Manzaneda que no tiene nada que envidiar a otras.

¿Cuáles son los retos?

El objetivo es hacer que funcione todo el año: ‘Manzaneda todo el año y si nieva, mejor’, es nuestro eslogan. Una buena temporada de esquí es esencial, pero aquí además tenemos todo lo que no tienen otras estaciones para trabajar todo el año con una oferta muy atractiva de ocio, turismo, aventura y relax. Pero el primer reto con el que nos encontramos fue poner a punto una estación que había sufrido el temporal Filomena, una pandemia, un Erte que afectó a gran parte de la plantilla y meses y meses de inactividad, con el consiguiente deterioro. En poco tiempo y con mucho trabajo fuimos capaces de poner en marcha el bike park, de poner a punto todas las instalaciones y servicios y de ofrecer desde ya más de 17 juegos-atracciones, con el compromiso de incorporar alguna novedad cada semana. Manzaneda es, ha sido y será un reto continuo.

¿Instalaciones renovadas?   

Sí, hemos hecho una reforma integral, empezando por la piscina, el spa y el polideportivo, y siguiendo por los apartamentos, que esperamos acabar de reformar este año. Hemos logrado cohesionar todo el parque para el disfrute de las familias, que son una de nuestras prioridades, pero sin descuidar al resto de usuarios, como los bikers, para los que hemos acondicionado los telesillas con portabicicletas para que sus remontes sean cómodos y seguros.

¿Una estación de montaña puede triunfar sin nieve? 

Estamos convencidos de que sí. Y más una estación como Manzaneda, que está muy cerca de la Ribeira Sacra y forma parte de una sierra tan espectacular como la de Queixa, además de ser uno de los techos de Galicia. No solo tiene el tirón del deporte de naturaleza, también está el gastronómico, pues la zona ofrece infinidad de productos de máxima calidad, empezando por sus carnes y vinos. Lo tiene todo para triunfar.

Tras la pandemia, ¿cómo esperan que responda el visitante? 

Creemos que lo harán escalonadamente, ya que el covid sigue ahí, pero también percibimos que la población tiene muchas ganas de alternativas de ocio diferentes y sobre todo seguras. Nosotros podemos ofrecerle ambas cosas.

Lleva tiempo implicado en actividades de turismo activo a través de la firma Marmar Outdoor. ¿Qué impacto tuvo la pandemia? 

El turismo activo ha sufrido mucho y sigue sufriendo por el covid. Las limitaciones de no convivientes afectan directamente y limitan muchas actividades, aunque esperamos que este verano podamos retomarlas con más normalidad.

Pero resistió, ¿se valora más que nunca la actividad al aire libre? 

Claramente. El turismo al aire libre aporta y aportará siempre un plus de seguridad frente al covid. La gente lo demandará más.

Está involucrado en competiciones de la zona como el Trail das Bestas de Muras. ¿A punto de cumplir cinco años ya está afianzado? 

Sí, el mérito es del equipo liderado por Pablo López, que está trabajando muy duro para convertir el Trail das Bestas en un referente. Y lo están consiguiendo. Antes del covid llegó a contar con hasta 500 participantes, algo que muy pocas carreras de montaña logran en Galicia y mucho menos en tan poco tiempo. Este año hemos tenido que reducir aforo, pero estamos muy contentos porque las inscripciones se cubrieron en días.

También está en el North West Triman, el Ironman de As Pontes. 

Es una de las pruebas en las que más trabajamos Pablo López, Óscar Silguero, Ricardo Rey y yo a lo largo del año. Está totalmente consolidada en el calendario y ha puesto As Pontes en el mapa del mundo triatlético. La séptima edición pese a todas las medidas de seguridad vamos a lograr sacarla adelante el 27. No sería posible sin voluntarios y administraciones.

«Mi sueño es ir al campo base del Everest»
Trails, raids, ironman… ¿Son buenos tiempos para estos deportes o es una moda?
En todo caso, una moda que vino para quedarse. El deporte se ha convertido, además de en una fuente de salud, en una forma de socializar en un tiempo en el que apenas conocemos a nuestros vecinos. Y eso se valora. Moda o no, tengo claro que se quedarán.
¿La gente es consciente de sus limitaciones o hay mucho inconsciente en el deporte actualmente? 
Complicado responder… hay de todo.
Natural de As Pontes, ¿un lugar?
Fervenzas de Somede.
¿Un deportes para ver? 
El tenis.
¿Uno para practicarlo? 
El esquí.
¿Un sueño por cumplir? 
Ir al campo base del Everest.
¿Una afición? 
Leer manuales de todo tipo.
El PROGRESO