A falta de una resolución oficial, todo hace prever que la cuenta atrás para la chimenea y la central térmica de As Pontes se ha iniciado. Tras agotarse el plazo del expediente incoado por Patrimonio para su declaración como BIC y no conseguir los apoyos necesarios, el futuro para la gigantesca construcción pontesa se complica. Y las posiciones continúan distantes.
Mientras el gobierno local se mantiene en su defensa de desmantelar para conseguir suelo industrial, los partidos de la oposición son más críticos y señalan que esos terrenos, que tardarán años en ofrecerse a nuevos proyectos, son privados.
Las reacciones políticas
«No hemos recibido ninguna resolución por parte de la Xunta, pero nosotros siempre defendimos, y presentamos alegaciones, que declarar BIC la chimenea supondría unos prejuicios económicos por los elevados costes del mantenimiento», valoró la concejala de Industria de As Pontes, Ana Pena, después de conocer que solo un órgano consultivo había emitido un informe a favor.
«La chimenea es un elemento asociado a la central que supuso una evolución pero desde el momento que cesa la actividad hay que centrarse en el futuro. Esperemos que no lleguemos a tener una herencia con un mantenimiento millonario, inasumible y que quede abandonado como cientos de BIC que hay por España. Supondría un lastre», argumenta la responsable local de Industria, que explica que pese a que están a favor del desmantelamiento sí tuvieron conversaciones con Endesa para solicitar que se mantengan algunas construcciones con posibles usos industriales.
En este sentido, la portavoz del PP municipal, María del Carmen Dopico, tilda de «inconcebible que no se hayan hecho estudios desde el Concello, el ITJ o el ministerio» para darle una segunda vida a parte de las instalaciones. «El laboratorio, los almacenes, el parque de carbones… o la chimenea. No estamos de acuerdo en tirar por tirar ni en mantener por mantener pero desmantelar antes de valorar opciones nos parece una barbaridad», apunta, mientras señala que en Suiza o China se están desarrollando proyectos de almacenamiento energético en altura que podrían valorarse.
«Basan todo en tirar para tener suelo industrial cuando en 16 años el Concello no ha desarrollado ninguno. Es la Xunta, con los PIE para Ence, Sentury y Reganosa, la única que está creando nuevo», indica la concejala.
Desde el BNG, que defiende la declaración de BIC de la chimenea y aumentarla a otros elementos como dos torres de refrigeración, la sala de control y la de turbinas o el parque de carbones, argumentan que de momento hay que ser «cautos esperando a resolución se é que a hai» y avanzan que a través del grupo parlamentario han pedido acceso al expediente.
«Persoámonos no expediente, mandamos alegacións e non sabemos nada. Se se confirma é un abandono oficial por parte da Xunta, o Concello xa o fixo, ao futuro das Pontes e deixalo en mans dunha empresa que o único que quere é fuxir das Pontes», expresó Kiko Da Silva, que incidió en que «todo parece unha decisión da Consellería de Industria que xa está tomada dende hai tempo» e hizo hincapié en que a día de hoy no existe ningún preacuerdo, convenio o anuncio para mantener ninguna de las infraestructuras.
Y las asociaciones de empresarios
Desde la parte más social, en los colectivos de empresarios de As Pontes, Cohempo y Seara, muestran su tristeza por la posible desaparición de todo rastro de la central, pero se centran en el futuro. «Con el corazón da mucha pena tirarla, pero estamos por mala suerte o lo que sea con un problema real de que no tenemos suelo industrial y llegados a este punto, ¿qué hacemos?», dice Montserrat Gastelu, mientas exige que se materialicen los proyectos anunciados. «A cheminea é un emblema das Pontes. Aquí lamentablemente nunca se respectou a arqueoloxía industrial e agora estamos abocados ao desmantelamento pola absoluta necesidade de chan industrial», dice José Castro.
EL PROGRESO
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