El Ministerio para la Transición Ecológica ha solicitado a Endesa informes más detallados del impacto ambiental que supondrá el proyecto de desmantelamiento de la central térmica de As Pontes, que deberá someterse a un proceso de evaluación ordinario, lo que dilatará previsiblemente el inicio de los trabajos que se estimaba que empezasen en noviembre.

Así se recoge en la resolución publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE), donde se especifican las características del proyecto que pondrá fin a la actividad térmica en As Pontes, con la demolición «de todos los equipos, estructuras e instalaciones sobre nivel de rasante contenidos dentro del recinto de la central», excluyendo el vertedero de cenizas, escorias y yesos, cuyo cierre se gestionará independiente.

Endesa, como promotor de estos trabajos, en los que se prevé que se emplee a unas 130 personas durante cuatro años, trasladó al ministerio un estudio de gestión de residuos, indicando que se habilitará una zona dentro de la central para el acopio de forma segregada y que se instalará una planta de machaqueo en la que valorizará los escombros de las estructuras de hormigón.

Sin embargo, para la Subdirección General de Economía Circular del Miterd la documentación presentada es insuficiente, al no aclarar las cantidad y tipos de residuos a valorizar ni el destino de los que no serán valorizados en la instalación.

En la misma línea se pronunciaron la Xunta y el Concello de As Pontes, que piden además que Endesa garantice que la gestión de estos residuos no va a suponer un peligro o daño medioambiental.

Las administraciones también solicitan que se documenten aspectos relacionados con la incidencia que las obras pueden tener sobre la salud de la población —por emisión de ruidos o contaminación por material particulado y polvo— y sobre el impacto socioeconómico que supondrá el cierre de la central térmica para la comarca.

Entre las alegaciones presentadas por más de una docena de organismos —dependientes del propio ministerio o de la Xunta, además del Concello pontés, Adena, la Sociedade Galega de Ornitoloxía o la ONG Seo Birdlife— también se aborda la necesidad de indicar las incidencias que los trabajos van a tener sobre aguas superficiales y subterráneas, biodiversidad, espacios naturales protegidos y Red Natura 2000 o sobre el patrimonio cultural.

Endesa tendrá ahora que presentar un documento más exhaustivo en el que se recojan estas cuestiones. Posteriormente se abrirá un periodo de exposición pública de un mes y otro para presentar alegaciones.

En cifras
Un proyecto de 66 meses
El documento presentado por Endesa estima que el proyecto de desmantelamiento de los cuatro grupos se desarrollaría en 66 meses, que comprenden las tramitaciones y actividades previas, la ejecución efectiva y la demolición.
Fases
La eléctrica indica que el proceso se llevará a cabo en tres fases sucesivas. La de implantación de infraestructuras y servicios para las obras, actuaciones previas y el desmantelamiento.
Zonas
En el documento de evaluación ambiental se indican las distintas zonas en las que se actuará. Desde la nave de turbinas, las calderas, las plantas de desulfuración y desnitrificación, pasando por la chimenea, las torres de refrigeración, el parque de carbones o el resto de edificios.
Residuos
El informe también detalla el volumen de residuos que generará el fin de la térmica, con 280.000 toneladas de residuos inertes pétreos, 80.460 metálicos, 2.342 no peligrosos y más de 2.000 peligrosos, distinguiendo 1.540 de amianto.
El Progreso