La central de carbón de As Pontes (La Coruña) seguirá en funcionamiento, al menos parcialmente. Aunque la idea inicial del Gobierno era cerrar la planta térmica, el Ejecutivo llevaba desde antes del verano mareando la perdiz en torno a una posible extensión de su vida útil. Este lunes, la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se ha reunido con Endesa para tratar el futuro de la central. Tras recibir un informe de Red Eléctrica de España (REE) sobre la solicitud de cierre de la central presentada por la empresa, el Ministerio autorizará el cierre de dos grupos de la planta, mientras que el cierre de los otros dos grupos “se autorizará condicionadamente, atendiendo al refuerzo de variables de disponibilidad de potencia en el sistema eléctrico”.

Es decir, el Ejecutivo no quiere desprenderse al 100% de la “bala” que representa la central de carbón, pese a la elevada contaminación que produce este combustible fósil, en un momento de muy alta tensión en los mercados energéticos, con dudas en torno al suministro de gas y de petróleo, y con los precios energéticos completamente disparados a niveles históricos a raíz de la invasión rusa de Ucrania.

“Escenarios no previstos”

Este segundo informe de REE contempla “escenarios no previstos anteriormente, con distinta participación de la cogeneración y una elevada y constante exportación a los países vecinos. El análisis revela la conveniencia de cerrar los dos grupos inoperativos y de que el cierre de los otros dos quede condicionado al refuerzo de variables de disponibilidad de potencia en el sistema eléctrico mediante diversas medidas que se están poniendo en marcha, como el aumento de la disponibilidad de la cogeneración o el establecimiento de un mecanismo de respuesta activa de la demanda”, dice el departamento de Transición Ecológica.

Central térmica de As Pontes, con pancartas en defensa del empleo antes del cierre
Central térmica de As Pontes, con pancartas en defensa del empleo antes del cierre FOTO: DREAMSTIME

Endesa, empresa propietaria de la central, solicitó en 2019 autorización al Gobierno para el cierre total, habida cuenta de la falta de rentabilidad provocada por la política energética. Señalaba entonces que pedía el cierre de As Pontes (y de la central de Carboneras, en Almería) ante “la clara ausencia de perspectivas de mejora en el futuro” de las plantas por su falta de competitividad en la cobertura de la demanda por “la profunda modificación” de las condiciones de mercado, con un incremento sustancial en el precio de los derechos de CO2 y una caída significativa del precio del gas. Ahora, la situación es radicalmente distinta, y el gas ha alcanzado niveles de precio nunca vistos, multiplicando por cinco su coste.

Reconversión industrial

En este sentido, y tras conocerse la decisión, Endesa ha presentado un plan de desarrollo de 2.682 millones de euros para Galicia, que generaría 1.361 empleos. Este plan, sujeto a las preceptivas autorizaciones, plantea la sustitución de los 1.400 megavatios (MW) de carbón de As Pontes por 1.300 MW renovables, incluyendo además el plan de desmantelamiento de la central, la instalación de nuevos proyectos industriales en el emplazamiento de la térmica, el impulso logístico a la terminal del puerto de Ferrol y un plan de formación para las personas del entorno.