Si de algo puede presumir Galicia es de sus paisajes y de su patrimonio natural. Algo que ha invitado, desde hace años, a muchos Ayuntamientos a instalar bancos para que vecinos y visitantes puedan sentarse a contemplar espectaculares acantilados, atardeceres o la inmensidad de las montañas. El caso para paradigmático ha sido el de banco de Loiba, designado “oficialmente”, el más bonito del mundo. Algo que ha atraído a miles de visitantes al municipio de Ortigueira y que se ha convertido en todo un símbolo turístico de la comarca.

Sin embargo, la tendencia más actual son los columpios. Y el último municipio en sumarse a estas nuevas atracciones ha sido el de As Pontes, que cuenta con el lago artificial más grande de Europa. Todo un símbolo de regeneración ambiental ubicado en la antigua mina de Endesa y un motivo de orgullo para el pueblo pontés. Tanto el lago como la playa se han convertido en un punto neurálgico de las actividades de ocio y esparcimiento de los vecinos, además de acoger pruebas deportivas y festivales durante el verano y la primavera.

La zona cuenta desde esta semana con una nueva atracción. Un columpio gigante instalado por el Concello, apto para dos o tres personas, desde el que se pueden contemplar unas espectaculares vistas del lago y el entorno montañoso del municipio. Un nuevo rincón que atraerá a más visitantes de toda la comarca para contemplar un atardecer único. Como no podía ser de otra manera, las redes sociales ya se han plagado de fotos de este nuevo columpio instagrameable que promete convertirse en lugar icónico de la villa.

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