El plan estratégico de As Pontes, el estudio que encargó el Concello para evaluar el impacto que tendrá el cierre de la térmica en la localidad y para buscar alternativas, se marca como objetivo reposicionar la villa minera como »un enclave industrial del siglo XXI, sostenible, dinámico, innovador y de alto valor añadido, de forma que pueda atraer empresas e inversiones generadoras de empleo de calidad que posibiliten la fijación de población».

Destaca recursos propios de la localidad como el agua, con dos embalses y el lago artificial; el entorno, con bosques susceptibles de explotación de madera, el parque de As Fragas do Eume, el río Eume o el monte de O Forgoselo; las posibilidades de desarrollo industrial ligado a la transición ecológica, y la potencialidad agroindustrial, sobre todo en la zona recuperada por Endesa en la antigua escombrera de la mina.

»El propósito fundamental del plan estratégico es establecer una dirección sólida y duradera a medio y largo plazo, capaz de promover el desarrollo socio-económico y corregir los desequilibrios», reza el documento, en el que se explica que este »nace como un proceso de conjunción de voluntades y coordinador de iniciativas de los distintos agentes económicos, sociales y políticos y abarca medidas en estado de inminente ejecución, medidas a impulsar de carácter prioritario o urgente y medidas a estudiar, en fase de inmadurez».

El plan estratégico, que desde el Concello presentan como una »hoja de ruta» para los próximos años, parte de un análisis actual de la localidad, en el que se alerta de algunos factores como la negativa situación demográfica (2.000 habitantes menos entre 2000 y 2019), la limitada área de influencia comercial de As Pontes, así como de atracción turística, y establece cuatro grandes planes de acción con 49 propuestas concretas a desarrollar.

LÍNEAS DE ACTUACIÓN. A través del Plan de Sostenibilidad Económica (PSE) se marcan objetivos como la atracción de empresas o la creación de empleo apostando por la diversificación y se aportan propuestas concretas como la mejora de los parques empresariales actuales, poner en valor instalaciones de Endesa que quedarán en desuso y la creación de nuevos emplazamientos industriales, ya sea en el eje Espiñaredo, Portorroibo, O Tesouro, en la zona de Aparral o a través de una nueva ampliación en el polígono de Penapurreira.

Además, se recogen otras iniciativas como la apuesta por el hidrógeno verde -se presentaron dos posibles plantas para la localidad dependientes de fondos europeos- o por la valorización de la madera y otras propuestas como impulsar el Instituto Pontés de Promoción Económica (Ippec), crear una lanzadera de empresas o la solicitud de nuevos ciclos formativos.

El Plan de Sostenibilidad Social (PSS) se focaliza en la atracción y fijación de población y la mejora de servicios y se marca retos como la construcción de una residencia de mayores pública -actualmente solo hay una privada con unas 50 plazas- o un centro de atención integral a personas con diversidad funcional.

El Plan de Sostenibilidad Urbana (PSU) señala la necesidad de avanzar en el PXOM y habla de movilidad -el Concello ya está desarrollando ese estudio- y propone acciones como revitalizar la hostelería y el comercio, crear un recinto multifuncional abierto, mejorar el transporte público, promover nuevos eventos o impulsar el turismo industrial y dinamizar el lago y el río Eume.

El Plan de Sostenibilidad Ciudad (PSC) introduce las principales tendencias tecnológicas actuales, trabaja propuestas de imagen y comunicación y propone la puesta en valor del patrimonio local.

Proceso participativo: Más de 500 personas

El Concello contrató por 17.545 euros a una empresa local que elaboró el documento a través de trabajos que se desarrollaron desde enero de 2020 a enero de este año. Incluyó un proceso participativo con varias fases.

En el panel Delphi se entrevistó a 33 personas de seis comunidades autónomas y ocho países de la Unión Europea de diferentes ámbitos y a 22 representantes de asociaciones y de los grupos políticos del municipio.

Se desarrolló un panel de expertos con 25 personas de diversas áreas y el trabajo se complementó con la participación vecinal a través de 480 encuestas a vecinos de la localidad.

El PROGRESO