El plan estratégico de As Pontes, el estudio que encargó el Concello para evaluar el impacto que tendrá el cierre de la térmica en la localidad y para buscar alternativas, se marca como objetivo reposicionar la villa minera como »un enclave industrial del siglo XXI, sostenible, dinámico, innovador y de alto valor añadido, de forma que pueda atraer empresas e inversiones generadoras de empleo de calidad que posibiliten la fijación de población».
Destaca recursos propios de la localidad como el agua, con dos embalses y el lago artificial; el entorno, con bosques susceptibles de explotación de madera, el parque de As Fragas do Eume, el río Eume o el monte de O Forgoselo; las posibilidades de desarrollo industrial ligado a la transición ecológica, y la potencialidad agroindustrial, sobre todo en la zona recuperada por Endesa en la antigua escombrera de la mina.
»El propósito fundamental del plan estratégico es establecer una dirección sólida y duradera a medio y largo plazo, capaz de promover el desarrollo socio-económico y corregir los desequilibrios», reza el documento, en el que se explica que este »nace como un proceso de conjunción de voluntades y coordinador de iniciativas de los distintos agentes económicos, sociales y políticos y abarca medidas en estado de inminente ejecución, medidas a impulsar de carácter prioritario o urgente y medidas a estudiar, en fase de inmadurez».
LÍNEAS DE ACTUACIÓN. A través del Plan de Sostenibilidad Económica (PSE) se marcan objetivos como la atracción de empresas o la creación de empleo apostando por la diversificación y se aportan propuestas concretas como la mejora de los parques empresariales actuales, poner en valor instalaciones de Endesa que quedarán en desuso y la creación de nuevos emplazamientos industriales, ya sea en el eje Espiñaredo, Portorroibo, O Tesouro, en la zona de Aparral o a través de una nueva ampliación en el polígono de Penapurreira.
Además, se recogen otras iniciativas como la apuesta por el hidrógeno verde -se presentaron dos posibles plantas para la localidad dependientes de fondos europeos- o por la valorización de la madera y otras propuestas como impulsar el Instituto Pontés de Promoción Económica (Ippec), crear una lanzadera de empresas o la solicitud de nuevos ciclos formativos.
El Plan de Sostenibilidad Social (PSS) se focaliza en la atracción y fijación de población y la mejora de servicios y se marca retos como la construcción de una residencia de mayores pública -actualmente solo hay una privada con unas 50 plazas- o un centro de atención integral a personas con diversidad funcional.
El Plan de Sostenibilidad Urbana (PSU) señala la necesidad de avanzar en el PXOM y habla de movilidad -el Concello ya está desarrollando ese estudio- y propone acciones como revitalizar la hostelería y el comercio, crear un recinto multifuncional abierto, mejorar el transporte público, promover nuevos eventos o impulsar el turismo industrial y dinamizar el lago y el río Eume.
El Plan de Sostenibilidad Ciudad (PSC) introduce las principales tendencias tecnológicas actuales, trabaja propuestas de imagen y comunicación y propone la puesta en valor del patrimonio local.
El Concello contrató por 17.545 euros a una empresa local que elaboró el documento a través de trabajos que se desarrollaron desde enero de 2020 a enero de este año. Incluyó un proceso participativo con varias fases.
En el panel Delphi se entrevistó a 33 personas de seis comunidades autónomas y ocho países de la Unión Europea de diferentes ámbitos y a 22 representantes de asociaciones y de los grupos políticos del municipio.
Se desarrolló un panel de expertos con 25 personas de diversas áreas y el trabajo se complementó con la participación vecinal a través de 480 encuestas a vecinos de la localidad.
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