En el apartado de ruegos y preguntas del último pleno ordinario celebrado de la corporación el concejal del BNG Francisco Da Silva formuló una curiosa pregunta al alcalde Valentín González referida a la preocupación que al parecer tenían los vecinos de As Pontes por el lado para el que iba a caer la Chimenea cuando fuese volada.
Argumentaba que querían saber los posibles daños y peligros que tal actuación podía generar si lo hacía en la dirección equivocada.
La pregunta sorprendió a todos y sorprende desde el momento que dicho concejal se encuentra integrado en la Plataforma para la defensa del patrimonio industrial de As Pontes que defiende la pervivencia de la propia Chimenea donde no había manifestado la existencia de tal inquietud entre la población.
La respuesta de la concejala Ana Pena y del propio Valentín González fue que no estaba autorizada tal voladura ni existía proyecto para la misma por lo que carecía de objeto cualquier contestación y nadie había preguntado sobre si la caída se producía para qué lado lo haría o si entraría polvo o se provocarían grietas en sus viviendas.
Que abrumadora es la sensación de ser inútil, de no servir para nada y querer seguir siendo importante.