El comité de empresa de la central térmica de As Pontes considera que una transición justa pasa por apostar “pola queima de biocombustibles”, una alternativa “real” que, además, sostiene, permitiría “dar unha solución a un problema moi grave que está riba da mesa como é o da xestión dos residuos”.

Por este motivo, la representación de la plantilla de la central pide a las administraciones que asuman esta demanda y “fagan presión” ante Endesa para que reconvierta la actividad de la térmica hacia la quema de residuos y no permita el cierre “prematuro” de las instalaciones, puesto que, sin la existencia de un plan alternativo a corto plazo –los biocombustibles, mientras se concretan otros proyectos como el plan de inversión renovable– se abocaría a la comarca de Ferrolterra “a unha espiral de paro e perda de poboación enorme”.

Desde hace varias semanas, uno de los grupos de la central está albergando las pruebas en las que el comité, pero también el sector del transporte y la industria auxiliar, tiene depositadas sus esperanzas de evitar el desmantelamiento de la central. En ese sentido, el comité de Endesa apunta que se ha constatado que las pruebas preliminares, que se desarrollan sobre una mezcla del 50% de carbón kazajo y la misma proporción de biocombustibles “ofreceron bo resultado técnico e ambiental”. Además, piden a la compañía y al comité técnico que continúen con las pruebas “co fin de reducir ao máximo a porcentaxe de carbón ou mesmo eliminalo”, si bien añaden que “non nos consta que isto se vaia levar a cabo”.

Recolocaciones
Por otra parte, el comité criticó la “propaganda” del consejero delegado, José Bogas, sobre la recolocación de los empleados. Así, explican que la dirección de la compañía está “acelerando para esta central o proceso de recolocacións”, en la que, recuerda, la mayor parte de las plazas vacantes –sobre el 90%– “están fóra de Galicia”. “Isto demostra”, subraya el comité, “que as palabras de Bogas non son verdade”, puesto que en el caso de As Pontes “máis do  50% do persoal é recolocable”, por lo que tendría que trasladarse.

Sobre el mantenimiento del empleo,  el comité critica que la empresa “venda” que se producirá “no entorno da central” cuando “non é certo”, ya que, por una parte, el Plan Eólico que prevé “non é viable ata 2024” y, por otra, el Futur-E –es decir, la apertura a nuevas industrias en las instalaciones que quiere cerrar– “nin sequera pode dicirse que estea iniciado”. Así, la parte social cree que si la decisión de cierre se materializa finalmente en junio del año que viene, “non hai ningún tipo de alternativa de traballo na zona nin para persoal propio nin para os das auxiliares”. Por ello, el comité asegura que la “sensación de incerteza é total”.

 

Diario de Ferrol