El comité de empresa de la central de As Pontes denuncia que Endesa está practicando un «desmantelamento encuberto», comenzando «polo capital máis importante, os traballadores», ya que debido a la alta demanda energética en plena ola de frío, la empresa se vio obligada a poner en marcha dos de sus cuatro grupos pese «á falta de mantemento pola reducción de persoal», achacan desde el colectivo, que anuncia medidas legales.

La estampa de los grupos funcionando a pleno rendimiento ha dejado de ser una imagen habitual, hasta esta semana, cuando, según apunta el presidente del comité, Luís Pico, la compañía se encontró «con dificultades» para atender las necesidades eléctricas, por lo que se instó a regresar a la central a algunos de los trabajadores desplazados a sus nuevos destinos, en el puerto de Ferrol o en Santiago, así como a «persoal que estaba de permiso previo á xubilación», lo que el comité tilda de «situacións rocambolescas».

En esta línea, aseguran que si Endesa no ejecutara esta reducción de trabajadores, tanto de la firma como de las auxiliares, «amparándose en que non iban ser reclamados para a súa produción», podría estar generando electricidad «algún grupo máis». Y señalan que la planificación de la compañía «quedou en evidencia» cuando los grupos fueron reclamados por Red Eléctrica de España «e houbo que declarar indispoñibilidades».

El comité también indica que el funcionamiento actual de la central, con unos 90 trabajadores, se debe a su «profesionalidade», ya que están actuando «cun ritmo de traballo moi esixente e baixo condicións de presión» y dedicando «máis horas das que corresponden». Añaden, en la misma línea que el alcalde pontés, que este no es el modo de realizar la transición, prescindiendo del carbón «sen sustituílo por unha alternativa que funcione aínda que non haxa vento», concluyó el regidor.

EL Progreso