El Gobierno solo prolongará la vida útil de la central térmica de As Pontes -en pleno proceso de cierre- si Red Eléctrica, como operador del sistema, considera que, con el escenario abierto a raíz de la invasión rusa de Ucrania, sería útil para garantizar el 100% del suministro.
La ministra entiende que retrasar «un proceso que beneficia a los vecinos» no sería la mejor opción, recordando que se requiere de «más recursos» para encontrar alternativas laborales y asegurar otras opciones industriales y económicas viables para las comarcas afectadas.
Así mismo, Ribera defiende que reactivar la central de Endesa supondría «un incremento de costes» y tener que garantizar una «disponibilidad que tendría que ser pagada por todos nosotros», además de recordar que también habría que solventar el tema del suministro de carbón -la central pontesa se quedó a cero de reservas el pasado 24 de junio tras consumir las últimas 240.000 toneladas-, «que en estos momentos también está extraordinariamente caro»
«En un horizonte como este, en el que tenemos que reforzar los planes de contingencia, tal y como nos recuerda la Unión Europea, es bueno que el operador del sistema que vela por que pueda responderse de forma anticipada a cualquier escenario de riesgo valore si (…) las cosas han cambiando y tiene que introducir alguna limitación adicional al cierre de la central térmica de As Pontes», ha añadido Ribera, que en caso de que mantenerla abierta el Gobierno tendría que estudiar «en qué condiciones y cómo se sufraga su disponibilidad».
REACCIONES. La eventual reactivación de la térmica, que de poder operar lo haría con dos de sus cuatro grupos que antes deberían ser revisados al estar indisponibles, se ha topado con numerosas reacciones. Entre ellas las del conselleiro de Economía, Industria e Innovación, Francisco Conde, que ha vuelto a reclamar al Gobierno y a Endesa «que tomen decisiones con claridad y transparencia».
La posibilidad de retrasar el cierre de la central es, a su juicio, «una demostración más de la política energética improvisada» del Ejecutivo central, que «no quiere tomar decisiones y está buscando una justificación para decidir finalmente cómo va a afrontar las necesidades de España» ante los problemas de desabastecimiento y dependencia energética.
El vicepresidente económico ha insistido en reclamar «decisiones» para poder tener «una idea clara» de los pasos que se van a dar con la central, y saber «si realmente se mantiene la actividad» y poder «garantizar» los proyectos en los que se está trabajando.
Al respecto, Conde ha recordado que la Xunta lleva «tres años trabajando» para materializar alternativas y ha incidido en que «lo que necesita la política energética de España son certezas, seguridad jurídica y concreción».
Por su parte, el alcalde de As Pontes y presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, ha afirmado que la continuidad de la central térmica de la localidad «sería el mejor de los escenarios» porque «permitiría tener un tiempo para hacer esa verdadera transición» y madurar proyectos alternativos.
«Red Eléctrica tendrá que ser muy prudente, muy cautelosa, a la hora de informar de que la central de As Pontes no sea necesaria para garantizar ese suministro», afirmó.
EL PROGRESO
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