Acaba de ganar el VII Premio de Investigación Hume. ¿Cómo recibió la noticia?
Pues con mucha sorpresa, no me lo esperaba, y con emoción. Es el primer premio importante que gano, más allá de los que conseguí en mi etapa en el colegio Monte Caxado o cuando hice el cartel de las Festas do Carme e A Fraga en 2018.

¿Por qué decidió presentarse? ¿En qué versa su trabajo?

Había hecho algunas fotos del colegio de la Pardo. La primera vez que entré fue de noche. Luego hice más con luz. Se las presenté a mi directora del trabajo de fin de grado, Susana Cendán, que es de As Pontes y había estudiado en este colegio. Fue ella la que me animó a profundizar en la historia del centro, hoy ruinoso, pero por el que pasó mucha gente.

¿Cómo se estructura?
Es un libro de artista, que se divide en tres partes: entrevistas a profesoras y alumnos que pasaron por la Pardo, fotos del colegio e imágenes de la casa donde vivía la directora. Ilustran lo que un día fue, pero también el deterioro. Además, presenté también una memoria. Tengo un año para adaptar el trabajo para su publicación en la revista de Hume.

Las imágenes son una de las partes más potentes. ¿Cómo definiría su estilo?
Son de estilo urbano —urbex— en sitio abandonado. Es el tipo de fotografía que más me gusta hacer.

¿Qué fue lo que más le llamó la atención al entrar al inmueble?
Las primeras veces lo que más me sorprendió fue el aura. Tuve la sensación de que era un sitio conocido, como un hogar. Da miedo como está, pero el abandono también tiene una parte bonita. Además, cada vez que entraba me encontraba las cosas cambiadas de sitio. A nivel artístico era como una performance continua.

En este trabajo deja ver su parte creativa a través de la fotografía.  Pero, ¿cuál es la faceta artística que más le gusta desempeñar?
Dibujar e ilustrar es lo que más me gusta y a lo que me encantaría dedicarme en un futuro. Poder ilustrar libros, poemarios…

Ya se estrenó hace algunos años.
Sí, en 2018 ilustré el poemario ‘Alá onde nos leve o vento’ de Carmela Franco. Fue un trabajo que no sería posible sin la ayuda de Iago Rodríguez, nuestro profesor, que nos hizo ver que podíamos hacerlo. Hoy cambiaría todo (ríe).

Ahora también muestra sus dibujos en las redes sociales.
Me gusta mucho el cine y las series, así como dibujar a personajes en modo realista. Así que estuve vendiendo algunas de las láminas a través de mi Instagram @migueledoroca.

¿Sigue formándose?
Sí, actualmente estoy estudiando un máster de diseño gráfico, pero mi intención es seguir profundizando más en otras facetas artísticas para buscar más salidas laborales. Me gustaría irme a estudiar a Barcelona.

¿Y cómo se ve en un futuro?
Me gustaría trabajar de ilustrador, sé que es difícil, ya nos lo recalcaron en la facultad, pero es para lo que vivo. Y el camino del diseño gráfico es la otra opción.

EL PROGRESO