La Sociedade Cooperativa Galega Canle IV de As Pontes, que se creó hace años de la mano de un centenar de socios para urbanizar cien viviendas unifamiliares en las inmediaciones de la actual pista de karts pontesa, inicia su disolución.
«Cando fixemos a cata vimos que o terreo era moito peor do que pensabamos, é moi malo e encareu moitísimo os prezos de urbanización», dice Castro, que indica que el incremento de los precios, sumado «ao cansazo de moitos anos pelexando» por parte de los cooperativistas y a la situación de incertidumbre que atraviesa As Pontes en la actualidad, con el cierre de la central térmica y proyectos de futuro anunciados pero no confirmados, no ayudaron a continuar hacia adelante con el proyecto.
«Ao haber unha suba tan alta a xente fixo as súas contas e se moita xente non pode asumir e se empezan a dar de baixa aínda é máis complicado para o resto, para os que o incremento de prezos sería moito maior porque a urbanización da parcela había que facela enteira e disparábase moitísimo», indica el presidente de la cooperativa Canle IV, que habla de que más de una veintena de cooperativistas ya se descolgaron del proyecto al presentarse las nuevas cifras. Y asegura que se buscaron todas las opciones posibles, incluso si había interés por parte de alguna empresa.
«Agora empezará un proceso burocrático para a disolución e logo chegará a liquidación, tras o que teremos que traballar para intentar vender ese terreo para non perder todo o investimento que fixemos», señala Castro, que niega que el Concello de As Pontes haya mostrado interés en comprar la parcela ni que tenga ningún proyecto para ella.
«Ata o de agora estivemos traballando para que o proxecto saíse adiante, nada máis», señala, al tiempo que recuerda que fueron años de muchas trabas y también de mucha burocracia. En agosto de 2020 el pleno del Concello dio luz verde al proyecto con la aprobación provisional de las normas subsidiarias en el Canal IV para transformar unos terrenos rústicos en suelo urbanizable. Y dos meses más tarde, en octubre, fue la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda la que otorgó la aprobación definitiva al cambio de suelo que permitiría iniciar la construcción de las cien viviendas.
«Houbo moitísimo traballo, era un gran escollo. Sabiamos que había un risco cando investimos na compra dos terreos de non conseguir cambiar a modificación, pero conseguímolo», dice Castro, que muestra la frustración de que finalmente el proyecto no pueda acometerse.
Los precios, en la actualidad, prácticamente se triplicaban, según indican desde la sociedad, que siempre defendió que este proyecto sería una inyección económica para As Pontes, que podría dar empleo durantes dos años y ayudar a fijar población.
Para el proyecto se recalificaron un total de 143.353 metros cuadrados de terreno.
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