La eléctrica ya tiene listo el operativo ante la inminencia de las evaluaciones

Endesa pondrá en marcha mañana la segunda ronda de pruebas en la central térmica de As Pontes, que servirán para evaluar el funcionamiento de las instalaciones con carbón y lodo de depuradoras. En un contexto mundial de descarbonización de la economía, en el que se prima el uso de fuentes de generación medioambientalmente sostenibles, la eléctrica necesita rebajar el uso del mineral para que la planta sea competitiva y siga funcionando, y por ello probará la producción de energía utilizando una mezcla de carbón y biocombustibles.

Si el operador del sistema eléctrico no indica lo contrario y permite entrar en red a la central pontesa, las denominadas pruebas de aproximación darán comienzo mañana, de forma que durante dos jornadas consecutivas se evaluará la operatividad de la planta, alimentada al 70 % con carbón subbituminoso y al 30 % con biocombustible. No obstante, posteriormente, se variarán los porcentajes de esas mezclas, hasta llegar a equilibrar la cuota al 50 % de mineral y de lodos.

A finales de este mes se llevarán a cabo las pruebas definitivas, que analizarán el uso de dos mezclas distintas, durante cinco días.

El operativo para materializar las evaluaciones está ya listo, de forma que en las últimas semanas se ha ido transportando el carbón que había acumulado en las instalaciones de la terminal del puerto exterior ferrolano hasta la central pontesa, en donde también se encuentran ya alrededor de 20.000 toneladas de lodos procedentes de depuradoras de distintos municipios gallegos. En Outeiro de Rei son tratados -secados y mezclados con serrín- para poder ser quemados junto a la mezcla de mineral, en la central de Endesa.

Además, para llevar a cabo estas pruebas técnicas, que serán supervisadas por un comité en el que están presentes expertos del Idae (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) y del Inega (Instituto Enerxético de Galicia), la compañía también ha adquirido alrededor de 8.000 toneladas de otro tipo de carbón que no usa habitualmente en la térmica, y que puede resultar más adecuado en la mezcla con los biocarburantes.

Procedente de Kazajistán, el mineral se trajo en barco hasta Ferrol desde el puerto de Gijón. Se encuentra actualmente en Caneliñas, a la espera de ser utilizado en las mencionadas evaluaciones.

Única experiencia

Aunque Endesa tiene otras centrales de carbón con expedientes de cierre -como el que solicitó a finales de año para la pontesa- únicamente en la villa minera de la comarca va a poner en práctica estas pruebas, en cuyos resultados confían tanto el Ministerio de Transición Energética, de la Consellería de Economía y el Concello de As Pontes como los agentes sociales.

Las primeras evaluaciones que se efectuaron con mezclas de carbón, de lodos y de biomasa arrojaron unos resultados negativos, tanto desde el punto de vista técnico como económico, aunque los representantes de las distintas administraciones siempre apostaron por repetirlas, y buscar condiciones óptimas en el segundo intento.

Para llevar a cabo estas pruebas, Endesa invertirá un millón de euros. Sus responsables han insistido en los últimos meses en que, si se demuestra la viabilidad técnica y económica de producir energía con la mencionada mezcla, revertirán la solicitud de cierre presentada al Ministerio de Transición Energética.

Sin embargo, el redimensionamiento de la central es un hecho. Dos de sus cuatro grupos -tiene una potencia total de 1.400 megavatios- están desconectados y descolgados de las obras de adaptación que acaban de finalizar.

Los transportistas dicen que facturan ahora el 10 % de lo que lograban hace un año y medio

Uno de los colectivos que tiene más expectativas puestas en que las pruebas que se van a llevar a cabo en la central térmica pontesa concluyan con resultados positivos son los transportistas que hasta hace un año y medio se encargaban de trasladar a diario el mineral desde la terminal del puerto exterior ferrolano hasta la villa minera. Desde mediados del pasado mes de agosto y durante ocho días, una veintena de camioneros han movido unas 22.000 toneladas de carbón durante cada jornada, pero los niveles de actividad siguen bajo mínimos, en relación con la que llevaban a cabo antes de que la planta quedase expulsada del mercado por razones medioambientales y por el encarecimiento de los precios de los derechos de emisión.

Manuel Bouza, portavoz de los transportistas, no oculta su decepción tanto con el Gobierno central como con la Xunta, a los que acusa de realizar promesas a los transportistas que después no han cumplido.

Añade que, después de que la planta entrase en paralización después de que un gran número de camioneros hubiesen renovado su flota para el transporte del carbón, ya se han producido cierres de empresas y otras han vendido sus vehículos, pero la mayoría factura el 10 % de lo que facturaba anteriormente.

Movilizaciones

Bouza niega que hayan llegado ayudas a los camioneros como se llegó a anunciar, aunque reitera que no reclaman incentivos. «Estamos muy dolidos con los políticos», subraya, a la vez que anuncia que continuarán con las movilizaciones para que sean escuchadas sus demandas.

Fuente La Voz de Galicia