El gusto por el dibujo le acompaña desde que tiene memoria. «Aunque siempre he sabido que lo que me interesaba era trabajar en alguna disciplina creativa, durante mucho tiempo no tuve demasiado claro el rumbo que iba a seguir», cuenta Beatriz Lostalé Seijo, que llegó a la ilustración «un poco por casualidad», pero ya ha logrado hacerse un nombre propio en esta disciplina artística, aunque lejos de su As
«Mientras estudiaba en la universidad (completó Bellas Artes en Salamanca con Premio Extraordinario de Grado), comencé a hacer prácticas en una editorial, y así empecé a conocer un poco más ese mundo y a interesarme en él», relata la pontesa, que decidió hacer las maletas para seguir formándose en Reino Unido, donde la oferta educativa era más amplia, y donde mantiene su retiro una década después.
Un reconocimiento que le abrió puertas
Dos años después, la joven ilustradora se hizo con el prestigioso premio Student Illustrator of the Year, otorgado por el museo Victoria & Albert de Londres. «Fue toda una sorpresa. Había terminado el máster hacía solo unas semanas, por lo que ese reconocimiento fue clave en mis primeros pasos como ilustradora», cuenta Beatriz, que recuerda que a través del propio museo tuvo uno de sus primeros encargos: la ilustración de las cubiertas de unas autobiografías de diseñadores de moda.
«Me permitió darme a conocer un poco más y llegar a más clientes. Hay algo de efecto de bola de nieve en esta profesión: al final, unos encargos acaban llevando a los otros. Lo complicado es empezar», reflexiona una joven talentosa y de mente inquieta, que inició un doctorado en la Cambridge School of Art con el ánimo de seguir ampliando conocimientos.
Su investigación está centrada «en la literatura de divulgación infantil y en los recursos visuales y materiales que se emplean para comunicar información», explica la pontesa, que abunda en más detalles sobre su trabajo.
«Me interesa la flexibilidad que los libros para niños proporcionan a la hora de combinar intención informativa y libertad creativa. La literatura infantil actual dice mucho de cómo entendemos el conocimiento y cómo esperamos que futuras generaciones se relacionen con él. Me parece un ámbito especialmente relevante», añade la ilustradora, que ha sumado a sus facetas artística e investigadora la de la docencia.
Así, transmite sus conocimientos en la University for the Creative Arts, donde también aprende «constantemente». «Tengo la suerte de trabajar en una universidad enfocada a las artes, donde se imparten grados en videojuegos, animación, pero también en cerámica y joyería, por lo que el ambiente es muy enriquecedor», afirma, recalcando que la docencia «complementa muy bien la faceta más solitaria que la ilustración a veces trae consigo».
Otros proyectos
La pontesa, que fue preseleccionada en los World Illustration Awards de 2023, ha logrado dejar su sello en múltiples proyectos a lo largo de estos años. Trabaja con la editorial malagueña Plankton Press ilustrando las cubiertas de su colección Gabinete Plankton. «Es un proyecto que me gusta no solo por ilustrar, sino por los textos que me descubre», dice, mientras recuerda que también elaboró los dibujos que decoran el local que la cadena de restaurantes de comida rápida Shake Shark inauguró este mes en Cambridge.
Durante las obras de remodelación sus ilustraciones cubrieron los escaparates «por lo que estuvieron a la vista de cualquier persona que pasara por el centro de la ciudad», dice orgullosa Beatriz, a la que también le gustaría trabajar en proyectos más personales.
«Disfruto de los encargos comerciales, pero tengo ganas de desarrollar alguna idea propia con la que pueda conectar más», explica, mientras valora su retorno.
«No sé lo que me deparará el futuro. Tengo la suerte de estar relativamente cerca de España, así que trato de pasar en As Pontes todo el tiempo que me permiten mis compromisos. Aún así, cualquier visita se hace corta», dice, una ilustradora que espera ser algún día profeta en su tierra.
EL PROGRESO
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