As Pontes, al igual que el resto de concellos de las comarcas de Ferrolterra, Eume y Ortegal, se paralizó ayer en una jornada de huelga general contra la desindustrialización que alcanzó un «éxito rotundo», tal y como valoraron los responsables comarcales de los sindicatos CIG, CC.OO. y UGT, convocantes de un paro secundado en gran parte de las empresas y mayoritario en el sector servicios.

En los polígonos industriales, destacan desde los sindicatos, aunque sí funcionaron algunas empresas, la participación también fue muy alta. Hubo algunos cortes de accesos y los piquetes ya se desplegaron desde la noche anterior, pero no se registraron incidentes.

También se mantuvo el bloqueo frente a las instalaciones de Endesa, respetando el acuerdo de dejar acceder a tres trabajadores al ciclo combinado y a seis a la térmica para permitir los relevos, aunque fueron muchos los que se trasladaron a Ferrol para participar en la multitudinaria marcha convocada a las 12.00 horas, a la que los transportistas del carbón sumaron un camión con varias pancartas para exigir, una vez más, una transición justa. Ese acuerdo se volvió a romper esta mañana por una reunión que no llegó a término con Endesa y los manifestantes anuncian un bloqueo total.

La amenaza del cierre de la central térmica de As Pontes centró parte de las protestas contra la desindustrialización, a la que se sumaron la falta de carga de trabajo en Navantia, el cierre de la planta de Siemens Gamesa en As Somozas, así como el Ere extintivo para trece trabajadores en Galicia Textil o los centenares de despidos que se llevan producido en el ámbito de las empresas auxiliares del sector naval.

A la marcha en Ferrol se desplazaron los responsables de los sindicatos y diversos cargos políticos, como el líder del PSdG, Gonzalo Caballero, que reclamó «un gran plan» en el que participen todas las administraciones para dotar de futuro a las comarcas de Ferrolterra, Eume y Ortegal, o la responsable nacional del BNG, Ana Pontón, que acusó a la Xunta y al Gobierno central de «tomar decisións que están convertindo Ferrolterra nun deserto industrial«, donde «a única alternativa» para la gente es «emigrar».

También estuvo en Ferrol el alcalde de As Pontes y presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, que reclamó «programas e medidas inmediatas» para la reactivación industrial y laboral de la comarca. «Máis alá de visitas, as administracións con competencias teñen que poñer enriba da mesa medidas concretas para favorecer a implantación de proxectos», expresó.

El diputado de Unidas Podemos Antón Gómez-Reino exigió «un compromiso en inversiones e infraestructuras» e instó a «poner a Endesa en su lugar» para que se promueva un acuerdo de transición justa. Desde el PP, su presidente en la ciudad naval, José Manuel Rey Varela, solicitó que el Gobierno central apruebe en su próximo Consejo de Ministros «un barco puente» para los astilleros de la ría ferrolana.

PARLAMENTO. La situación de desindustrialización en las comarcas de Ferrolterra, Eume y Ortegal llegó también al Parlamento gallego, donde el martes los tres grupos con representación aprobaron por unanimidad una moción para exigir que el proceso de cierre de la térmica de As Pontes se condicione a la exigencia de un acuerdo con la representación de los trabajadores que garantice la continuidad del empleo y proyectos concretos de futuro. Ayer, frente a la interpelación presentada por el BNG, el vicepresidente segundo y responsable del área económica, Francisco Conde, volvió a responsabilizar al Gobierno central de la situación socioeconómica que atraviesa la comarca de Ferrolterra y las vecinas de Eume y Ortegal.

El Progreso