El fin de la vida productiva de la central térmica de As Pontes desencadenó un proceso de transición energética que tiene por objetivo dejar atrás la generación con carbón para hacerlo con fuentes renovables. Para compensar el cierre de la planta, Endesa pondrá en marcha —como hace en todas las localidades afectadas por la descarbonización— el conocido como Plan Futur-e, con el que, entre otros objetivos, busca en el mercado internacional proyectos empresariales generadores de puestos de trabajo y riqueza. En la antigua villa minera de la comarca eumesa este programa aún no puede activarse oficialmente, a la espera de que el Ministerio de Transición Ecológica dé luz verde para el apagado definitivo de la central. Pero hace más de un año que lleva a cabo contactos con posibles inversores interesados en desarrollar actuaciones en el municipio.

Al calor del proceso de transición se han lanzado algunos proyectos para la localidad, como los promovidos por la alianza formada por Reganosa y EDP Renováveis, la china Sentury, y Ence, que se encuentran en diferentes fases de tramitación. En conjunto, suman más de 1.600 millones de euros, y rondan los 1.300 puestos de trabajo.

Reganosa y EDP han diseñado un ambicioso plan que implica inversiones por valor de 780 millones de euros y prevé la ejecución de varias instalaciones energéticas: una planta de producción de hidrógeno verde de hasta cien megavatios de potencia, una central hidroeléctrica de bombeo de 570 megavatios y cuatro parques eólicos, por 270. Las dos compañías están reformulando el proyecto de la central de bombeo, pero ya han iniciado la tramitación de la planta de hidrógeno verde, con el reto de tenerla operativa en el 2025. El plan energético de Reganosa y la firma portuguesa implicará la creación de al menos 400 puestos de trabajo directos, aunque en la fase de construcción de las distintas infraestructuras esa cifra será mayor.

Planta de neumáticos

Otro de los proyectos que también ha comenzado su fase de tramitación es el diseñado por la china Sentury Tires para la puesta en marcha en As Pontes de una fábrica de neumáticos con la que prevé sostener 750 puestos de trabajo directos, para lo que precisará desarrollar una inversión superior a los 500 millones de euros. Las previsiones de los promotores son las de ocupar una parcela de 120.000 metros cuadrados, en la que asentarían una fábrica altamente automatizada, en la que producirían alrededor de 12 millones de ruedas al año. A diferencia de otros proyectos, la inversión de la sociedad asiática no está condicionada a la obtención de fondos públicos.

La última inversión anunciada para As Pontes la dio a conocer el pasado lunes el presidente y consejero delegado de Ence, Ignacio Colmenares. Anunció un desembolso de entre 330 y 350 millones de euros para la construcción de una planta con dos procesos: el primero tendría por objetivo la recuperación de papel y cartón para la obtención de fibras que, posteriormente, se uniría a la pasta de celulosa fabricada en la factoría de Pontevedra para producir papel tisú. Esta actuación implicaría la generación de 150 puestos de trabajo directos, aunque los auxiliares sumarían otros 400 más.

La previsión de Ence es ubicar esa factoría en la parcela que ocupa actualmente la central térmica de Endesa. La eléctrica sostiene que, en el marco de su «plan de búsqueda de iniciativas empresariales para superar el final de la central térmica de As Pontes, lleva tiempo en contacto con Ence», por el proyecto que acaba de anunciar esta compañía. «Hemos puesto en valor las capacidades y ventajas que ofrece As Pontes en relación con la extensión de los terrenos y el suministro de energía eléctrica», subraya Endesa.

La eléctrica también cuenta con proyectos propios para compensar el cierre de la factoría de carbón, como la construcción de una planta de hidrógeno verde —aunque a expensas de que se despejen la tramitación pública de los fondos que ampararán este tipo de instalaciones—, además de seis parques eólicos en la comunidad.

Ence propone transformar la central de la «vieja economía» en una factoría que recupera materiales

El proyecto que maneja Ence para As Pontes permitiría a la empresa papelera «completar el círculo» y «cerrar el ciclo productivo» en Galicia. Además de mantener su apuesta por el funcionamiento de la planta de Pontevedra, el plan para la localidad eumesa se sustentaría en la economía circular, ya que se basaría en la recuperación de papel y cartón para producir un biomaterial que se mezclaría con fibras vírgenes para dar como resultado tisú. La empresa comenzó oficialmente el pasado lunes los estudios necesarios para materializar esa iniciativa, aunque matiza que el proceso total desde su lanzamiento, incluyendo la ingeniería y la obtención de todos los permisos, se prolongará entre tres y cinco años, hasta su puesta en marcha. La fase de determinación de la viabilidad de la iniciativa consumirá alrededor de un año, según explicó ayer el conselleiro de Economía, Francisco Conde, quien volvió a insistir en la importancia de actuaciones empresariales de este calado para una zona, como la que acoge la central térmica, afectada por el proceso de transición energética.

Ence subraya que la factoría convertirá As Pontes en un enclave estratégico para la transición a hacia unas fórmulas de producción más sostenibles. La iniciativa, incide la empresa, ahonda en la misma línea que otros proyectos que maneja para reconvertir plantas vinculadas a la «vieja economía» en instalaciones «de la nueva bioeconomía circular».

Destino Galicia

La producción de las instalaciones estaría basada en un 80 % en papel y cartón recuperado, mientras que el 20 % restante de la capacidad se destinará a producir productos higiénicos y rollos de papel recuperado, en un proceso libre de cloro.

Además, también contará con una planta generadora de energía que utilizará biomasa. «El excedente de esta energía se suministrará a la red eléctrica y se destinará a cubrir el consumo local de empresas y habitantes del entorno», añade la compañía, que también subraya que la producción de papel será totalmente exenta de carbono. «No se utilizarán combustibles fósiles en ningún paso del proceso, lo que refuerza el carácter puntero de esta instalación», sostiene la compañía.

La Voz de Galicia