Con un semblante de tristeza contenida el hasta hace unas semanas primer teniente de alcalde del ayuntamiento de As Pontes Antonio Alonso se despidió de la corporación municipal en el ultimo de los puntos del pleno ordinario celebrado el pasado día 11 de septiembre.
En una breve alocución Antonio recordó y agradeció la colaboración de todos, políticos y funcionarios, durante las cuatro corporaciones en las que tuvo responsabilidad des de gobierno e hizo hincapié que con su dimisión pretendía no perjudicar a su partido separando la esfera privada de la pública y esperando a que la justicia pusiera las cosas en su sitio.
Al inicio de su alocución se produjo el hecho lamentable del abandono del pleno-sin justificación alguna- por parte de las dos concejalas y el concejal del BNG quienes ni tan siquiera quisieron escuchar al edil con el compartieron más de una década en la vida municipal y que todavía no ha sido juzgado.
Con sus virtudes y defectos como todos en la vida política, pero cordial, correcto y educado, es Antonio Alonso una victima mas de la inquisición feminista que su propio partido contribuyó a alimentar y que hoy los atenaza a todos(y todas).
La actuación del BNG se corresponde con la habitual falta de humanidad y sentido de convivencia entre vecinos que caracteriza a ese grupo político en As Pontes.