LO PASADO, pasado. Tras el mazazo de verse despojado de una plaza olímpica que había ganado, Miguel Alvariño deja atrás algo que no olvida, pero que no quiere que le quite más el sueño. Y se centra en un presente lleno de alegrías. Un oro individual en la prueba de la Copa del Mundo en Turquía, dos bronces en la de Corea y proclamarse campeón de Europa y subcampeón continental por equipos demuestran que el talento y el trabajo siguen ahí.
La verdad es que está siendo espectacular. Sabía que tenía opciones de hacer un muy buen año, porque el pasado también tiré muy bien, pero tuve problemas con el material y pasó lo que pasó y a nivel mental estuve a punto de coger una depresión a raíz de lo de los Juegos de Tokio. Cambié la marca del material y empecé a ver que las cosas me salían bien, a nivel mental estoy mejor que nunca y a nivel técnico evolucioné y sigo evolucionando. Me esperaba buenos resultados, pero no conseguir medalla en cada salida internacional y mucho menos ponerme número uno en el ránking mundial.
Ha resurgido como el Ave Fénix.
Estuve a punto de dejarlo, tenía la decisión tomada porque lo de la plaza para Tokio me parecía mucha injusticia. Pero estuve trabajando con una coach y me ayudaron muchísimo mi entrenador, mis amigos, mi novia, mi familia… para que siguiera. Hoy no me arrepiento de darle otra oportunidad al deporte.
De los logros de este año, ¿hubo alguno que le hizo especial ilusión?
Ilusión el primero, el oro en la Copa del Mundo de Antalya. Me salió espectacular, me sentí dominador de principio a fin y era como que me salía todo muy fácil. Pero el que mejor me vino fue lo del campeonato de Europa, porque recuperé las becas Ado y puedo pensar en continuar hasta los Juegos de París 2024. Si no fuera así, tendría que buscar otro ingreso o dejar el tiro con arco.
¿Cómo se está encontrando?
Sobre todo estoy disfrutando. Después de todos los problemas que hubo, no lo hacía y no era feliz tirando. Pero decidí que si seguía con esto mi principal objetivo sería disfrutar, pasármelo bien y tirar como yo sé. No sé si voy a se Sabía que tenía opciones de llegar a ese número uno, pero también era algo que veía casi imposible porque toda la gente con la que estoy compitiendo son profesionales del deporte, cobran muchísimo dinero y tienen un equipo detrás a nivel económico.
La próxima semana participa en la Copa del Mundo de París. ¿Qué expectativas tiene?
Nunca me las marco a nivel de resultados, sí a nivel deportivo, de dar el 100%. Mi objetivo es ser competitivo, poder competir con cualquier arquero del mundo y tener opciones de ganarle, al mismo tiempo de que soy consciente de que cualquiera me puede ganar. Todo eso puede pasar en París.
¿Piensa ya en la cita olímpica?
Siempre quise ser campeón olímpico, pero no estoy entrenando ahora mismo para ello. Estoy centrado en cada competición. Si llega el momento, y ojalá sea así, y tengo la plaza ya diré: vamos a por la medalla olímpica.
¿Cómo vivió que le quitaran la plaza que se ganó para Tokio 2020?
Fue el peor momento de mi carrera deportiva y también a nivel personal. Estuve muy, muy mal, pero gracias a mi entorno vi que mi prioridad era mi salud. De hecho, no vi los Juegos, ni las noticias ni nada que tuviera que ver con el tiro con arco hasta que pasó una buena temporada. Me alegro por quien fue y por la decisión que tomó la federación, aunque no la compartí en ese momento. Pero lo que no te mata te hace más fuerte y ahí estuvieron a punto de matarme. No lo perdono, ni lo de ahora me quita la espina que tengo clavada, pero estoy satisfecho conmigo mismo y de poder decir que aquí estoy otra vez.
«Mejorarlas me podría ayudar a mí, al club y a todo el tiro con arco gallego y de España»
Sigue entrenando en As Pontes.
Entreno con Xaquín Mira y Manolo Buitrón en las instalaciones de mi club, el Sílex, voy a una fisioterapeuta a Cabanas y al gimnasio a As Somozas, y a nivel mental me está ayudando Cristina Medina.
¿Cómo son las condiciones?
Me gustaría que la Xunta, el Ayuntamiento o quien tenga que poner el dinero haga unas instalaciones un poquito mejores. Que nos hagan una sala para poder entrenar tirando de dentro para fuera y así poder entrenar en invierno
¿Tiene aún más mérito lo que ha logrado por todo esto?
Yo compito con gente que es profesional y creo que lo que pido tampoco es una gran inversión para lo que me podría ayudar tanto a mí, como al club y al tiro con arco gallego y de España. Además, creo que nos lo merecemos. Somos dos olímpicos —Dani Castro también salió del Sílex—, multimedallistas internacionales y ahora número uno en el ránking mundial.
El Progreso
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