Los conductores que circularon ayer por la mañana por la carretera AC-101, que comunica As Pontes y Ortigueira, se toparon con dos caballos muertos, uno a cada lado de la vía, entre los kilómetros 14 y 15, dentro del municipio pontés, casi en el límite con el ortegano. La noche del jueves se produjo un accidente en este lugar. «Íbamos hacia Ortigueira, serían sobre las nueve y media, con cuidado porque conozco la zona y sé que hay animales sueltos. Los caballos irrumpieron en la carretera por la derecha, no los vi. Mi mujer, que me acompañaba, dijo que los había visto, pero no le dio tiempo a avisarme. De repente, saltaron los airbags… Salimos vivos de milagro», relataba el conductor, Rogelio del Valle, ayer a mediodía, en el taller del polígono de A Grela adonde llevó la grúa el vehículo, destrozado.

Tanto él como su esposa salieron ilesos, aunque los dos acudieron al Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC) para someterse a una revisión, y permanecen en casa, «en observación», pendientes de que pueda surgir alguna secuela. «Mi mujer lleva un collarín, porque tenía molestias en el cuello, y los dos estamos tomando analgésicos», indicó Del Valle. Él, ingeniero jubilado, nació en Ortigueira, y ella, enfermera, en Valladolid, y viven «a caballo» entre Ortigueira y A Coruña. De ahí que utilicen con frecuencia la AC-101. El del jueves no ha sido el primer siniestro que sufren por esta vía, aunque sí el más grave, «porque el coche seguro que lo declaran siniestro total».

En septiembre de 2020, cuando circulaban de Ortigueira hacia A Coruña, unos kilómetros antes del accidente de esta semana, varios caballos impactaron con el lateral derecho del vehículo. «Mi mujer creyó que iban a entrar por la ventanilla, fue un golpe lateral, el de ayer [el jueves] fue frontolateral», describe. En aquella ocasión, rompieron el espejo retrovisor. «Mientras no haya muertos, lo que ocurre en esta carretera no le interesa a nadie. Unos se echan la culpa a los otros, la Xunta, los concellos… La desidia es total, y llevamos así más de veinte años, en una carretera que ahora es muy transitada porque ha mejorado el firme y el trazado», denuncia Del Valle. Agradece «lo bien que se portaron» los Bomberos del Eume y el personal del 061 que se desplazó hasta el lugar del siniestro. La Guardia Civil de Tráfico levantó atestado y la Policía Local de As Pontes se acercó ayer para comprobar si las reses tenían crotal o microchip, pero «nin unha cousa nin a outra», señaló un agente. «Son caballos sin dueño», ironizaba el conductor. En los últimos meses se han retirado 60 reses equinas de esta zona, entre As Pontes y Mañón, pero sigue habiendo caballos y vacas sueltas. Para Del Valle la solución «es fácil y económica». «Así es un peligro. La Xunta debería cerrarla con una malla, como están las autovías, en esos 14 o 15 kilómetros centrales, el tramo intermedio, que es donde hay animales», reclama.

La Voz de Galicia