«Mi pasión son los niños», dice, mientras se le iluminan los ojos. Lucía Corral Saavedra, de 22 años, siempre tuvo clara su vocación, y por ella trabaja duro cada día. El curso pasado terminó el bachiller en el IES Moncho Valcarce de As Pontes y en septiembre empezó el ciclo de Educación Infantil en el CIFP Leixa de Ferrol, «donde me han acogido muy bien», destaca.

Hasta aquí, todo podría parecer de lo más habitual, sino fuera porque Lucía está a un paso de convertirse en la primera joven con síndrome de Down en completar estudios superiores en Galicia.

«Mi etapa en primaria fue bastante buena. Me gustaban varias asignaturas: Lengua, Lingua, Religión, Plástica…», enumera, confirmando que Matemáticas le costaban «un poco más». Esa fue la única materia en la que tuvo «adaptación» durante la Eso, que completó curso por año.

Moncho Valcarce: Eso y Bachiller

Su llegada al instituto no estuvo exenta de nervios. «Las noches antes no podía dormir», reconoce Lucía en una distendida charla en esa mesa de su casa de Ribadeume donde prepara a conciencia cada examen y cada trabajo, y desde la que rememora a sus compañeros y amigos.

Los va citando de carrerilla, con nombres y apellidos. Y también a los profesores que se ha ido encontrando por el camino. A los que creyeron en ella, la apoyaron y le echaron una mano y a los que no, «que también los hay», asegura aún dolida.

Todos, por unos motivos u otros, han dejado huella en una joven vinculada a la asociación Teima Down Ferrol, que apostó por completar también el bachillerato.

Lo terminó en cinco años, porque se metió por medio la pandemia (aunque a sus padres de inicio la decisión de seguir en el instituto no les convencía por el volumen de trabajo que tenía que asumir), con el objetivo de estar más cerca de su gran sueño: trabajar en una escuela

«Una de mis amigas de total confianza está estudiando Magisterio y quiere ser profesora de educación especial«, dice orgullosa Lucía, a la que nadie pudo nunca cortar las alas. Como para atreverse.

FUENTE: EL PROGRESO